Muchas poblaciones del Alto Aragón despiden este 2016 a la carrera. Son las populares san silvestres. Poco más de un millar de personas han participado en la de Huesca capital a beneficio de los Hermanos de la Cruz Blanca. Villanúa ha puesto en la calle a 1.500 corredores. || FOTOS DE LA CARRERA DE HUESCA.
Un gélido grado sobre cero marcaba en el termómetro de la Plaza de Navarra de la capital altoaragonesa y una sensación térmica sensiblemente inferior acompañó al más de millar de participantes en la San Silvestre de la capital altoaragonesa. Y contra el frío, una sonrisa. Bueno, y unos 100 litros de chocolate caliente que esperaban a los corredores disfrazados para la ocasión. Volvió a ser una tarde divertida para abrochar el año. Hay algunos clásicos. No solo hubo corredores vestidos de Papa Nöel, barbas blancas, porciones de pizzas, ‘maradonas’, juglares, luchadores de sumo, cabezas coronadas con cuernos de reno, piratas y romanos. Algunos empiezan a ser clásicos. Los dos espartanos, que hicieron el recorrido a buen ritmo, lanza y escudo en ristre destacaron, como el dragón chino que, ojo, en una distancia de 5,880 metros así es mucho esfuerzo el que hay que hacer.
La VII edición de la San Silvestre de la capital altoaragonesa se celebró sobre un recorrido circular al que hubo que dar cuatro vueltas y que transcurrió desde Plaza Navarra por Porches de Galicia, Coso Alto y las calles Amistad, Capuchinas, Parque, Rioja y San José de Calazanz para volver a la plaza Navarra. Previamente hubo una prueba para los más pequeñas sobre un recorrido de 888 metros.

Organizada por el Club Atletismo Huesca y a beneficio de los Hermanos de Cruz Blanca, la San Silvestre de Huesca tiene ese carácter popular, donde la mayor parte corre disfrazado y muy pocos a buscar tiempo. Fue una tarde entretenida como ocurrió en otras localidades como Villanúa, donde la San Silvestre goza de una gran salud y representación. En esta ocasión ha alcanzado los 1.500 participantes, consolidándose como la segunda carrera de fin de año de Aragón en cuanto a participación. La prueba ha sido una auténtica fiesta, en la que corredores y público han disfrutado por igual. Disfraces familiares, payasos, animales, dibujos animados y personajes de cómic han llenado la línea de salida y han animado el recorrido de 3 kilómetros que había que completar, extendiendo la fiesta y la alegría a las principales calles del casco urbano de la localidad. Numerosas familias, grupos de amigos y amantes del deporte han dado color y sabor a la que ya es la segunda San Silvestre más popular de nuestra Comunidad.
La fiesta de la San Silvestre de Villanúa ha comenzado antes de las 18.00 horas, momento en el que estaba previsto el pistoletazo de salida, pero debido a la gran afluencia de participantes se ha retrasado el momento de dar la salida. Mientras, todo los asistentes hacían cola para retratarse en el ‘Photocal’ que se ha organizado en la entrada del polideportivo, donde se encontraba el centro de recepción y la salida y meta de la carrera. El ambiente festivo y desenfadado era palpable, los grupos de amigos y familias han llenado la instalación deportiva, el público ha abarrotado la línea de salida y ha animado a los corredores a lo largo del recorrido, y los disfraces han competido en originalidad e imaginación.
Los ganadores del concurso de disfraces en carrera han sido el grupo de urinarios públicos, seguidos de los Canfraneros y, en tercer lugar, los botellines y latas de cerveza Ambar. En lo deportivo se ha impuesto como ganadores Alberto Puyuelo, que ha vuelto a batir el récord de la prueba, con un tiempo de 8 minutos 57 segundos, y se ha llevado el premio de 300 euros. En la categoría femenina, la ganadora ha sido María Llorens, que ha completado el recorrido en 11 minutos y 24 segundos.