Con la SD Huesca otra vez en La Liga, tras lograr el ascenso en El Alcoraz, toca echar la vista atrás y ver quienes han sido los máximos responsables del mismo. Hoy nos alejamos del terreno de juego para analizar la figura del entrenador azulgrana así como el director deportivo.
Míchel (8) Eficaz: Ha sido, sin duda, de lo más criticado de la plantilla azulgrana durante este curso. Su inamovible planteamiento, los cambios o a positividad en las ruedas de prensa han sido su seña de identidad y ha tenido numerosos detractores por ello. Como él mismo declaró, no iba a morir con su idea, iba a vivir con ella. Y el tiempo le ha terminado dando la razón más absoluta, logrando el título de campeón a parte de un histórico ascenso.
El contexto de la segunda división le ha ayudado, porque pese al abultado número de derrotas, ha logrado el ascenso con una plantilla repleta de nuevas caras y mostrando, en ocasiones, un juego brutal. Hizo de la irregularidad su regularidad particular, sin encadenar rachas de victorias ni derrotas en toda la temporada. Se ganaron partidos en los últimos instantes, aunque también se perdieron numerosos puntos en ellos. Y partidos en los que la inspiración brilló por su ausencia en sus momentos finales, pero en los que su mano estuvo clara: la posesión, laterales profundos, salida con tres desde atrás, el balón moviéndose constantemente, goteo de ocasiones y presión adelantada.
De ahí, cuando se presionó a la SD Huesca en su campo o cuando se encerraron atrás a esperar, el equipo tuvo problemas. Los cambios también han sido, sin duda, uno de sus puntos a mejorar en la presente temporada, porque en estos partidos que estaban atascados no se logró mucho revolución desde el banquillo salvo en el periodo posterior al parón.
Rubén García (9’5) Triunfador: Como el torero que salta a la plaza por primera vez en su vida y sale de ella por la puerta grande, el director deportivo termina la temporada por todo lo alto. El único pero posible a su campaña es el de no haber encontrado suplente a Mosquera, pero nadie podía prever las recaídas de Doukouré ni su terrible lesión en la recta final. Más allá de eso, una temporada impecable para la confección de una plantilla de altísimo nivel, con jugadores internacionales, jóvenes promesas, veteranos que equilibraron y mucho potencial. Los cedidos han rendido fuera del club, dando muestra de su buen nivel también.