ZARAGOZA | El Real Zaragoza le venció al Racing de Santander en un partido redondo, pleno, feliz de principio a fin. El equipo cántabro perdió el duelo desde muy pronto, con dos expulsiones mediada la primera mitad. Las dos rojas se transformaron además en dos tantos inmediatos, que lo facilitaron todo para el Zaragoza. Giuliano mostró que su fútbol está lleno de ambición y de goles, mientras Bermejo y Azón completaban la goleada. El Racing fue un rival digno: jugó en inferioridad numérica, pero sin complejos en el césped, abrigado por una afición valiosa. El Real Zaragoza sumó su segundo triunfo consecutivo y mientras la mitad de la afición respira, la otra mitad sueña.
Cristian Álvarez (7): Fue un partido plácido para él, muy marcado por la inferioridad del Racing. Aun así hizo dos paradas que le definen, hechas a su exacta medida: se estiró en la primera y voló en la segunda. No pudo detener el penalti pero celebró desde la distancia el triunfo más redondo de su equipo.
Fran Gámez (6’5): Correcto y convencido de su juego, formó con Bermejo una sociedad muy especial. Vuelve a parecer un fondista y llega al tramo final de la competición en plena forma.
Lluís López (6): Sobrio y seguro, vivió uno de los duelos más cómodos de todo el curso. Cometió un penalti en la última recta, que permitió el tanto del honor del Racing.
Jair Amador (6´5): Discreto y esencial al mismo tiempo. Estuvo firme en la defensa del área y sensato en la salida del juego. Sin fisuras.
Carlos Nieto (7): No siempre acertó en el centro, pero volvió a probar que es un jugador distinto, lleno de confianza en cada uno de sus duelos. Ganó la línea de fondo y buscó la pista de Bebé.
Jaume Grau (6´5): Forzó la expulsión de Íñigo y dirigió con pausa la creación del juego. Fue sustituido en el descanso, pero no parece casualidad que el mejor Zaragoza haya coincidido con su regreso al once.
Francho Serrano (7´5): Es el reloj, el jugador que marca las horas del Zaragoza. Se desplegó, conquistó praderas y orientó el fútbol hacia el sector de Bermejo. Pudo marcar pero los dos palos le negaron esa suerte. Se retiró pronto del césped, pero se ganó una ovación unánime.
Sergio Bermejo (8´5): Feliz e inspirado, es el Bermejo de los meses de verano y no el jugador al que enfría el invierno. Lúcido en los regates, culebreó sobre la frontal y marcó un golazo de zurda. La barrera del Racing escupió su primer intento, pero su golpeo tras el rechace fue definitivo. Distinto.
Tiago Bebé (7): En su fútbol hay efectos especiales. Se equivoca y se rehace, para siempre creer en sí mismo. Se resbaló en muchos de sus remates, pero dejó su huella en el partido con un centro medido hacia Simeone. Después de ese gol, llegaron todas las cosas.
Giuliano Simeone (9): Es un delantero moderno y un jugador voraz, autor de un doblete hoy y de 9 tantos en el curso. No se regula en ninguna de sus disputas y busca su lugar en los partidos sin descanso. Frente al Racing, provocó la segunda expulsión y estuvo también fino e inspirado en los remates. En el primer tanto, utilizó el exterior para que su golpeo saliera disparado hacia las redes. Fue un recurso plástico, lleno de belleza y de eficacia. En el segundo, buscó el hueco y la música que solo llevan los goles. Con él, ha nacido una estrella.
Iván Azón (7´5): Volvió a marcar en un tanto que le define y que sirve como premio a su insistencia. Simeone comparte su entusiasmo y los dos se complementan en ataque, camino de las ocasiones y de los goles.
Cambios del Real Zaragoza
Alberto Zapater (6´5): Salió al campo tras el descanso y buscó el gol en un par de ocasiones. Supo orientar el partido hacia los costados y estuvo fino en la búsqueda de pases definitivos.
Manu Molina (6): Aseado en la circulación, le dio sentido y criterio al ataque posicional.
Eugeni Valderrama (5): Le falta ambición en los partidos, intención para cambiar su suerte. Camina más de lo que trota, trota mucho más de lo que esprinta.
Pau Sans (6´5): No tuvo ocasiones, pero mostró su hambre y su personalidad. Escribá tardó en darle minutos y Sans, hiperactivo, quiso aprovechar su tiempo. Fue profundo, dejó detalles en carrera y se atrevió a pedir el aplauso de la grada.
Miguel Puche (5´5): Tuvo el tramo final para buscar sus ocasiones, pero apenas apareció en las zonas de peligro. Lo compensó con voluntad en todas las disputas.
Entrenador:
Fran Escribá (7): El Real Zaragoza vive su mejor fase de la temporada y la evolución no se entiende sin la pizarra de su técnico. Sensato y contrastado, Escribá ha guiado al Zaragoza en los peores momentos. Frente al Racing repitió once, plan de partido y, por primera vez en el curso, victoria. Todo quedó a su favor desde muy pronto y el Zaragoza mostró esta vez instinto para cerrar pronto la goleada. En los cambios, fue generoso con los menos habituales y cerró el triunfo con una sonrisa y un brindis por la salvación.
Si el mundo parece un lugar mejor después de dos victorias seguidas, nada ha sido igual desde que Fran Escribá llegó a La Romareda.