El Real Zaragoza consigue una victoria de prestigio ante uno de los grandes aspirantes de la competición. El Eibar presumió de su artillería pesada y el Zaragoza dibujó el triunfo de su cantera. Francho Serrano encontró a Alejandro Francés y el equipo de JIM volvió a ganar en La Romareda.
Cristian Álvarez (6): Le exigieron poco y eso dice mucho del comportamiento colectivo del equipo, sacrificado, pleno en el esfuerzo defensivo. Los ataques del Eibar generaron más sensación de peligro que ocasiones nítidas y reales. En las que hubo, Cristian Álvarez siempre estuvo.
Fran Gámez (7´5): Suelto, feliz y liberado, completó uno de sus mejores partidos en el curso. Fue la llave maestra, el futbolista esencial. Desniveló el campo desde el lateral y proyectó una senda alegre en su carril. Estuvo en las mejores opciones del Zaragoza. Centró y lo hizo todo bien.
Alejandro Francés (9): Marcó el gol que le debía la suerte, ese que ya había rondado en anteriores ocasiones. Sufrió en su primer careo con Stoichkov, pero lo anuló después. Está hecho para los grandes desafíos y para los mejores partidos. Francho Serrano le buscó y él encontró el gol del triunfo.
Jair Amador (6´5): Sobrio, nunca enseñó sus defectos y sí su poder en las alturas. Solo cometió un error en el tramo final y el Eibar, en pies de Burgos, no lo llegó a penalizar. En el resto de las jugadas, defendió como nadie el área, sin importar si su pareja de baile era Llorente, Stoichkov, Fran Sol, Blanco Leschuk o Quique González.
Pep Chavarria (6): No hubo grandes errores en su partido y estuvo serio en el uno contra uno. Probó fortuna en el centro e incluso en esa suerte, que no es la suya, pareció más entonado.
Radosav Petrovic (6): No parece casual que las dos victorias en La Romareda hayan llegado con el serbio en el once. Da equilibrio, intuye bien las jugadas y progresa en el apartado físico. Afortunadamente, el Eibar no aprovechó sus dos fallos en la salida del juego. Sus centímetros mejoraron la defensa del resultado. Es un futbolista sin alardes, pero un buen jugador de equipo.
Francho Serrano (8): Dinámico, atrevido, esencial. Se soltó las cadenas y no quiso ser solo un complemento. Con tiempo para pensar y metros para correr es un jugador imprescindible. Agilizó el juego, buscó el último pase, pisó el área y se hizo dueño de la estrategia. En la acción más importante del partido, asistió a Francés en la noche de su estreno.
James Igbekeme (6´5): Abarcó campo, llenó los espacios y se ofreció siempre que pudo. Sigue siendo un enigma: corre como un poseso, estropea sus mejores intentos, pero tiene piernas para llegar a lugares desconocidos para el resto.
Sergio Bermejo (6´5): JIM le sustituyó cuando había firmado un buen primer tiempo. Estuvo fino en el regate, lúcido en el centro y formó con Gámez una sociedad prometedora. El técnico decidió que su partido debía acabarse en el descanso.
Borja Sainz (6´5): Ofreció soluciones de profundidad al equipo y mostró siempre su intención y su zancada. Esa carrera tan veloz y tan suya. Al equipo le faltó un dedo para encontrar alguno de sus desmarques. Voluntarioso y ovacionado.
Álvaro Giménez (5´5): Más tímido que en las últimas citas, el Zaragoza buscó la carrera de los extremos y no su pantalla. No presentó sus credenciales en el área. Se desfondó en la primera línea de presión, pero no marcó ni estuvo cerca de hacerlo.
Cambios:
Juanjo Narváez (6´5): Tras la lesión, ha aceptado su entrada progresiva en los partidos y entiende lo que el equipo necesita. Estuvo solidario, se ofreció en la salida y sacó partido de su juego de espaldas.
Alberto Zapater (6): Cuando la media perdía pulso competitivo, Zapater mostró su compromiso. La última modificación táctica le situó como carrilero diestro y también allí se puso al servicio del equipo.
Lluís López (5): Salió a defender la ventaja y contribuyó a la causa. Formó en línea de tres junto a Jair y Francés y solo sufrió en un resbalón inoportuno.
Adrián González (SC): Ha entendido que de momento su sitio en la temporada es el segundo plano. También en ese lugar muestra un comportamiento modélico. Útil como gregario.
Iván Azón (SC): Juega solo los minutos que a nadie le gusta jugar. No tuerce el gesto y lucha siempre que puede.
Entrenador del Real Zaragoza:
Juan Ignacio Martínez (7): Su equipo alcanzó una de esas victorias que pueden cambiar la inercia. Ha descubierto que su Zaragoza compite mejor ante los aspirantes que frente a los supervivientes. JIM leyó el partido, arriesgó y venció. El segundo triunfo en La Romareda llegó desde la estrategia, en una suerte que hace sonreír a cualquier técnico. El Eibar menguó ante un grupo que encarna el valor del equipo, el compromiso colectivo. Si el equipo de Garitano acumuló delanteros inalcanzables para cualquiera, el Zaragoza respondió con un gol de su cantera. Francés marcó y vistió su traje de las grandes noches.