El Real Zaragoza encadena seis empates consecutivos y sigue en el filo de la navaja. En esta ocasión encuentra un pequeño alivio: ni siquiera mereció más. Pese a eso, los futbolistas de JIM asumen con resignación su papel en la temporada: son los mejores representantes de un juego que para el Zaragoza acaba siempre en tablas.
Cristian Álvarez (5): No pudo hacer demasiado en el gol de Brandon Thomas, pero se despistó en alguna salida y en una falta frontal a la que le añadió más peligro del que tenía. No hubo milagros en sus paradas, pero es un logro que el equipo acabara con solo un gol en su contra.
Fran Gámez (4): Ha perdido capacidad de desequilibrio y sufrió siempre que tuvo que afrontar el duelo con alguno de los extremos del Málaga. Llegó tarde a la marca de Brandon en el tanto de los locales y no es la primera vez que aparece en la fotografía de un gol del rival. Progresó en algún tramo del segundo tiempo, pero con una timidez alarmante.
Alejandro Francés (5): El canterano ha acostumbrado a todo el mundo a ofrecer un nivel de otra categoría. En La Rosaleda no fue el caso. Estuvo correcto, pero sufrió más de lo que entraba en los planes de cualquiera.
Jair Amador (7): Fue la gran referencia defensiva de un equipo que se tambaleó durante muchos minutos. Fue contundente por alto y por bajo, sin importar que le cambiaran la pareja de baile.
Pep Chavarria (4´5): Su nota en el primer tiempo hubiese sido muy distinta. Vivió una pesadilla con Kevin Villodres. El canterano del Málaga le enseñó todos los recursos del regate y las virtudes del fútbol callejero. Tampoco jugó a su favor la sociedad que Kevin formó con Víctor Gómez, el germen de las ocasiones de los locales. Respiró en el segundo acto.
Íñigo Eguaras (4): No hubo rastro de su inspiración en La Rosaleda. Estuvo lento en los giros, previsible en la dirección del juego y no mostró personalidad para manejar el partido. Ofreció su versión más melancólica.
Alberto Zapater (6): Se desgastó en exceso, llegó fatigado a los duelos y tarde a las disputas. Sigue echando en falta a Francho. En el peor momento del Zaragoza, dibujó el pase del empate para Narváez. En un equipo en el que nadie sorprende, la invención de Zapater fue una maravillosa sorpresa.
Valentín Vada (4): Vimos la peor imagen del argentino en la temporada. Mermado en el plano físico, no amenazó, estuvo impreciso y poco acertado con el cuero.
Sergio Bermejo (5): Lo intentó en una secuencia de disparos en el primer tiempo. En el más atinado, se fabricó una volea que detuvo Dani Martín. En todo lo demás, estuvo confuso. Comprometió al equipo en un par de transiciones, que eran prometedoras para el Zaragoza y se convirtieron en una oportunidad para el Málaga.
Juanjo Narváez (6´5): Marcó su segundo tanto de la temporada en una de las oportunidades más complejas que ha tenido en el curso. Medió el fallo de Dani Martín, que dejó libre su palo y abrió en exceso sus piernas. Mostró intención, pero está lejos de su plenitud física. Un día más, volvió a amagar con una lesión que le limita.
Álvaro Giménez (4): No llegó la revancha que esperaba. Ni siquiera se sabe si la buscó. Sigue siendo una isla sin ferris ni fórmulas de acceso. Solo, desasistido, le faltó pundonor en su duelo ante los centrales. Esta vez no hubo penalti, pero sí una pena máxima.
Cambios del Real Zaragoza:
Adrián González (6): Le puso pausa a un partido que caminaba por el carril más veloz e imprevisible. Mostró control del juego y sensatez cuando todo eran prisas. Aún así, le volvió a faltar un punto de carácter competitivo.
Borja Sainz (5): JIM le concedió toda la segunda parte, pero no ofreció desborde en un partido que le iba bien. En sus mejores opciones, acabó encerrado en la jaula de Peybernes.
James Igbekeme (4): Para bien o para mal todo lo que hace es indescifrable. Corre cuando hay que parar, se para cuando hay que correr. Salió vivo de milagro de un par de acciones de riesgo.
Radosav Petrovic (4): Para lo poco que ofreció, ponerle nota es una pequeña injusticia. JIM no quería un correcalles y Petrovic baila el vals más lento de este juego. Al verle no hay rastro del jugador que fue en Almería ni de los elogios de Torrecilla en su presentación.
Ivan Azón (SC): JIM le puso a jugar cuando los dos equipos firmaban el empate. El canterano solo tuvo tiempo de peinar un par de saques de banda.
Entrenador:
Juan Ignacio Martínez (5): Parece desgastado, incapaz de entender por qué el equipo no gana cuando lo merece y por qué empata cuando merece perder. Acertó en los cambios del descanso, se equivocó en los que llegarían después. Volvió a retrasar en exceso la entrada de Azón y no supo poner remedio desde el once a los peligros que había estudiado del Málaga. El costado izquierdo fue una hemorragia constante.