ZARAGOZA | El Real Zaragoza vuelve a empatar en un partido que mereció perder y que pudo haber ganado. Inferior al Albacete en casi todo, solo pensó en un punto que ya no le sabe a poco. Es un equipo sin sustancia, menor sin Bebé y desnortado en los planes y en el juego. El Zaragoza nunca supo ir a ganar y se alegró de no perder.
Cristian Álvarez (7): Salvador en el alambre. El argentino guardó todo en la primera mitad, con uno de sus milagros. Todo lo que pasó después, el punto incluido, no se entendió sin sus paradas. En la segunda mitad, volvió a estar ágil y firme. No pudo hacer mucho en el gol del Alba.
Fran Gámez (4´5): Desordenado; con intención, pero sin acierto. No afina en el centro y ya no se siente cómodo en el regate ni en la marca.
Alejandro Francés (4´5): Inquieto, se cargó con una tarjeta que fue una condena en la primera mitad. Arriesgó en algún despeje y sufrió más de la cuenta a su espalda. En la segunda mitad, protagonizó una acción caótica, extraña, que marcó de algún modo su partido.
Lluís López (7): Plano en la primera mitad, decisivo en la segunda. Si descuidó la marca en algún momento, luego decidió en el aire. Atacó el centro de Valentín Vada y resolvió de frente, contundente, feroz. Su primer gol con la camiseta del Real Zaragoza no pudo ser más oportuno. Pese a todo, no sirvió para vencer.
Carlos Nieto (6): En ataque, aportó zancada y volvió a mostrar signos de su recuperación. Nunca será un centrador, pero ya es el mejor Nieto de los últimos tiempos. Estuvo tibio en el empate del Albacete, aunque el error más grande en ese punto no fue suyo.
Tomás Alarcón (5): Correcto, pero demasiado conformista. Discreto, tímido, no deja grandes huellas en los partidos.
Francho Serrano (5´5): No encontró su sitio en el partido. Quiso correr en la primera mitad y acudir a la base del juego en la segunda, pero el Albacete supo taparle casi siempre. No acertó en un remate de volea, en una acción compleja, difícil en la ejecución.
Sergio Bermejo (6): Acierta en el primer regate, pero no le pone la guinda a sus inicios. Lo intentó mucho en la primera mitad, para apagarse en la segunda. Su fútbol tiene instantes de ilusión, pero poca productividad.
Valentín Vada (2): Si en algún tramo llegó al filo del remate, acabó siendo protagonista en el área contraria. No vigiló a Carlos Isaac en el gol del empate y llegó tarde a una acción definitiva. Perdió muchos balones en la segunda mitad y fue señalado por la grada.
Giuliano Simeone (5): Jugó con hambre y entusiasmo, pero no tuvo suerte en el ninguno de sus intentos. Se topó con la defensa o con el portero y buscó siempre el uno contra todos.
Pape Makhtar Gueye (4): Trabajó en la presión, pero nunca tuvo grandes opciones en el partido. Torpe con el balón en sus pies, le puso voluntad y fue una pieza hábil en la defensa del balón parado. En todo lo demás, fue el mismo Gueye de siempre. Nada de nada.
Cambios del Real Zaragoza
Eugeni Valderrama (5): Cuando saltó al campo el partido ya era del Albacete. Por segundo día consecutivo, no pudo brillar ante un equipo que fue suyo.
Miguel Puche (4): Corre hacia todas partes y a ningún sitio al mismo tiempo. Pelea y poco más.
Jaume Grau (5): Forzó y arriesgó para participar. Apenas tuvo peso en el juego y en el partido, pero entendió que debía cubrir con su esfuerzo las bajas que había en el duelo.
Pau Sans (SC): Fran Escribá apenas le dio tiempo a un jugador joven, que necesita minutos de calidad. La Romareda espera que la temporada no acabe sin haberle visto de titular.
Entrenador:
Fran Escribá (4´5): Perdió la partida con Rubén Albés, un paso por detrás en todas las batallas que hubo en el juego y en la estrategia. Su Zaragoza aguantó la avalancha, pero volvió a perder una ventaja que pudo haber sido definitiva. Los cambios no mejoraron la imagen de un equipo mermado. En una tarde de sol, el Zaragoza dejó fría a su hinchada. Sus empates no sirven para dar el paso definitivo hacia la salvación y el equipo conoce tanto sus límites que se conforma con no perder. Ni fu ni fa.