No era una jornada cualquiera. La impresionante respuesta de la afición azulgrana al viaje a Miranda presentó un escenario totalmente diferente y muy especial. Con el fondo sur de Anduva teñido de azul y grana, la SD Huesca salió al césped con otra actitud, decidido a conseguir una victoria contra el Mirandés que rompiese con la mala dinámica de las últimas semanas.
Con la vuelta de Marc Mateu al once, de Cristian Salvador al centro del campo y con Gaich como referencia en la punta, el conjunto de Xisco mostró un juego mucho más directo y vertical. La zaga local tardó mucho en entrar en el partido y dejaba unos huecos defensivos abrumadores. Pulido dio el primer aviso a los 9 minutos con un remate de cabeza a bocajarro en el área pequeña que salió por encima del larguero.
Los altoaragoneses eran los dueños del campo ante un rival pasivo que intentaba crear algo de peligro por medio de fogonazos que morían en la orilla. A la media hora, Gaich probó a Lizoain con un disparo fuerte que desvió a córner, un saque de esquina que dio la ocasión más clara de la primera parte con un disparo de Seoane, que recogía un balón suelto dentro del área, directo al palo derecho.
A punto estuvieron los mirandeses de dar un susto con un disparo envenenado de Rey que obligó a Andrés Fernández a parar en dos tiempos para evitar dejar el balón totalmente vendido a Marqués. Con el 0-0 en el electrónico y las sensaciones de que la mano de Xisco Muñoz comenzaba a notarse, los jugadores se retiraron a los vestuarios. La mejora era palpable, tan solo hacía falta el gol.
Volver a creer
El frío de Miranda se notó en el arranque de la segunda parte de un partido que tardó 20 minutos en recuperar el ritmo visto en la primera. El técnico balear decidió mover su filas sacando a Mikel Rico y a Juan Carlos al verde y las ocasiones volvieron a aparecer. Cerca estuvo Gaich de marcar sus primer gol como azulgrana pero Lizoain realizó un auténtico paradón reaccionando a tiempo después de que su compañero desviara el disparo del argentino.
El Mirandés continuó con el mismo planteamiento, intentando dar la sorpresa en alguna jugada rápida pero era insuficiente para hacer un daño real a la SD Huesca. La insistencia al final tuvo su premio. Gaich, tras un movimiento perfecto con el cuerpo, sirvió un pase de la muerte a Marc Mateu que no falló. Los cánticos aragoneses resonaban en Anduva. Xisco Muñoz estaba a 20 minutos de conseguir su primera victoria como entrenador azulgrana.
La recta final se convirtió en un correcalles que no beneficiaba en absoluto al conjunto altoaragonés. En los últimos instantes, el Mirandés pudo rascar el empate con un centro que se envenenó, impactó contra el palo y se paseó por la línea de gol. Pulido, sacando uñas y dientes, sacó ese balón para afianzar una victoria importantísima; un triunfo que necesitaba tanto el equipo como la afición. Una victoria para volver a vibrar y a creer.
Ficha técnica
Mirandés: Lizoain; Letic, Arroyo, Riccardo Capellini, Carreira; Meseguer, Rey (Olguín, 83′), Álex López (Hassan, 71′); Rodrigo Riquelme (Rementeria, 87′), Brugue (Vicente, 71′) y Marqués (Gelabert, 71′).
SD Huesca: Fernández; Miguel, Pulido, Ignasi Miquel, Buffarini (Escriche, 73′); Jaime Seoane, Cristian Salvador (Mikel Rico, 56′), Mosquera; Marc Mateu (Nwakali, 85′), Gaich (Ratiu, 73′), Ferreiro (Juan Carlos, 56′).
Goles: 0-1, Marc Mateu, min. 68.
Árbitro: Pulido Santana amonestó a Imanol García (8′), Buffarini (19′), Capellini (41′), Ignasi Miquel (82′), Nwakali (88′), Andrés Fernández (91′).