Los primeros noventa minutos de Rubén Baraja como entrenador del Real Zaragoza sirvieron para apreciar que extrapolará algunas ideas tácticas de su trabajo en Tenerife. 4-4-2 sin pelota pero una línea de tres centrales para sacar el balón en superioridad.
El rival que mejor te puede preparar
El Real Zaragoza empezó su preparación enfrentándose a un auténtico hueso. El Getafe de José Bordalás, con cuatro temporadas a sus espaldas manteniendo un libreto muy claro y conciso. Los madrileños te ceden la iniciativa, te obligan a pensar en exceso que hacer con el balón y salen a morder en la presión cuando un rival recibe de espaldas, llega el balón a la banda o existe un error. Seguramente el mejor rival posible para empezar a preparar las telas de araña que este año le exigirán en Segunda al conjunto blanquillo.
Los aragoneses se quedaron sin respuestas ante esos repliegues en el fútbol post-confinamiento de la pasada Liga Smartbank. Con el objetivo de dotarle al equipo de mayores atributos desde la pizarra Baraja planteó durante todo el partido una salida de tres centrales. Francés y Guitián, la pareja sin balón se acomodaba hacia la derecha, abriendo al canterano y dejando al cántabro como pieza central. Entonces aparecía un hueco en la izquierda al que acudió Iñigo Eguaras durante toda la primera mitad y Alberto Zapater en la segunda.
Baraja quiere superioridad en salida de balón
Un movimiento muy marcado en los planes tácticos del técnico vallisoletano. La pasada temporada en Tenerife fue una de sus labores más reconocidas. Con solo ver unos minutos al conjunto insular se apreciaba una clara transformación del 4-4-2 sin balón al 3-4-3 sin él. En este caso los protagonistas del amoldamiento eran dos caras reconocidas en la Romareda. Álex Muñoz pasaba del lateral izquierdo a jugar como tercer central y Daniel Lasure ocupaba el puesto de carrilero izquierdo.
Eso no ocurrió exactamente así ayer en el debut del Real Zaragoza 2020-2021. Era siempre el mediocentro izquierdo el que bajaba unos metros para jugar de cara como tercer central. Lo hizo Eguaras, lo hizo Zapater e incluso Adrián y Ros en alguna ocasión cuando cambiaron de sector asumieron esa responsabilidad. La primera seña táctica de Baraja fue muy marcada.
Adrián-Eguaras no se adaptaron bien. Quizá Clemente tenga la llave para esa salida de tres centrales.
Queda todo pendiente de evolución. Quizá más adelante, si Clemente entra en los planes del club para esta temporada, el joven defensor zurdo pueda asumir esa tarea de ser lateral sin balón y central con él. Personalidad y talento en salida le sobra. Además podría permitir que el doble pivote Adrián-Eguaras pudiera jugar más adelantado y con un mayor respaldo defensivo.
Ayer en su primera prueba como pareja suspendieron ambos. Faltos de ritmo todavía. Tendrán oportunidades para demostrarse como la base futbolística del equipo. Vuckic no apareció, Zanimacchia dejó algún destello, y los futbolistas del segundo periodo (Baraja cambió el once completo) estuvieron más sueltos que los del primero. Es muy pronto para hacer valoraciones individuales, pero la primera píldora táctica del entrenador ya está introducida. Y tiene pinta de que puede ser una de reglas del nuevo Real Zaragoza