ZARAGOZA | La nueva propiedad inició su camino en el Real Zaragoza con tres renovaciones simbólicas. Francho Serrano, Iván Azón y Alejandro Francés inauguraron una época diferente. No pareció solo una apuesta publicitaria, sino una elección decidida por una generación dorada en tiempos de cantera, la búsqueda de una columna vertebral reconocible. Ahora, 2 cursos más tarde, el fútbol describe un panorama distinto. Alejandro Francés eligió dar un salto a Primera División, vestido ya con la camiseta del Girona. Sobre Iván Azón planean algunas opciones y un capítulo aparte que merece ser contado. Pero ningún caso parece tan sensible como el de Francho Serrano, marcado además por una situación física delicada en los últimos meses.
“El club le ha trasladado tanto a nivel personal como a Francho Serrano una propuesta de renovación”, dijo Juan Carlos Cordero en la presentación de Joan Femenías y Mario Soberón. Según ha podido saber este medio, esa propuesta se aleja mucho de las pretensiones de su agencia de representación, también de los méritos del jugador y del rol que siempre ha tenido el canterano para el zaragocismo. Serrano ha sido visto como un zaragocista ejemplar y su deseo quedó escrito en estas páginas hace mucho tiempo: la voluntad de ser un jugador de un solo club.
Príncipes de París avanzó que el Zaragoza le había hecho a Francho Serrano una oferta de renovación a la baja. El pasado jueves, en Palmadas al Viento, se confirmó esa información y se dieron algunos detalles sustanciales y desconocidos. Fuentes muy próximas a la negociación, aseguran que la propuesta del Real Zaragoza a Francho Serrano le impone una reducción sensible de su salario base. La oferta además encuentra algunas paradojas: a pesar de la rebaja de su salario, el club quiere ampliar su cláusula de rescisión. Con contrato hasta 2025, la extensión de su vínculo pretende ser válida para los próximos cuatro años. De momento, se desconocen si hay variables asociadas a un número de partidos y objetivos. Incluso cabe la posibilidad de que el salario pueda ser ascendente en los cursos que vienen. Pero el primer intento de renovación, sin ser oficial según el club, se basa en una rebaja de su salario base, objetiva e incuestionable.
La propuesta parece injusta desde la distancia y no se sostiene a través de los méritos deportivos. Serrano ha jugado 120 partidos en sus tres temporadas en el primer equipo. Ha sido clave en las últimas salvaciones y se le considera uno de los jugadores más queridos por la afición. Autor de 3 goles este curso, una serie de lesiones le han impedido alcanzar los 25 partidos, cuando en las temporadas anteriores había superado siempre la treintena.
El marco de la negociación parece condicionado también por su situación física. Su regreso a la dinámica de la competición se ha retrasado más de lo esperado, afectado por una fascitis plantar común que ha pasado a ser una mucho más compleja. También esa dolencia merece un análisis propio, una lectura detallada. Ahora, el canterano completa la primera parte de los entrenamientos, pero todavía no puede competir en plenas condiciones en todas las dinámicas. De hecho, no participó en el primer amistoso de la pretemporada y no se le espera tampoco para el de hoy en Tarazona.
Serrano no está ni mucho menos ubicado en la escala salarial más alta de la plantilla y ese lugar no se corresponde con la valoración de la afición, de sus técnicos o de sus compañeros. Desde su agencia de representación esperan que el Real Zaragoza renueve la oferta y la adapte para que las condiciones económicas del jugador no empeoren. Y se ajusten también a la apuesta que la propiedad siempre ha difundido por el mediocampista.
Serrano está centrado en su recuperación y ha evitado hablar de la propuesta incluso en su esfera privada. Su silencio parece otra de esas elecciones que le definen, quizá otro ejemplo de puro zaragocismo. Ahora, su club le pide que tome la decisión más dolorosa o que haga un sacrificio.