Álvaro Sanz, junto con la selección española sub-19, acabaron cuartos en su participación en el mundial de baloncesto celebrado en El Cairo (Egipto). Un torneo donde saltó la sorpresa al vencer Canadá, un combinado al que tan solo España doblegó en la fase de grupos.
Buen resultado el obtenido por España en este mundial sub-19, aunque con el amargo sabor de la cuarta posición, primera que queda fuera de las medallas, después de haber tenido en la mano el acceso a la final, en unas semifinales que se escaparon por muy poco.
El gran inicio del combinado nacional en la fase de grupos, ganando a Japón (78-67) de Rui Hachimura a la postre jugador más valorado del torneo, a Canadá (78-73) en el único partido que perdió esta selección del, a la postre, MVP final del torneo RJ Barrett, y la débil Mali (62-43), les permitieron pasar como primeros de grupo, eludiendo el posible cruce con EEUU hasta una hipotética final.
Con ello, en octavos derrotaron a la débil Irán (70-50) y su victoria en cuartos de final ante la intensa Argentina (70-58), les permitían estar a un paso de la final, jugándose el pase ante una Italia que se había cargado en el último segundo a una de las favoritas, Lituania, del ex-peñista Tadas Sedekerskis, que finalmente fue quinta.
Partido de semifinales ante Italia dominado en su gran mayoría por España, logrando hasta 16 puntos de ventaja iniciales (22-6) que se ajustarían en el descanso con el acierto italiano, que en el tercer cuarto veían como por primera vez se ponían con ventaja, pero un gran arranque del último cuarto, con un inspirado Álvaro Sanz como protagonista, ponían 11 arriba a España a falta de poco más de 3 minutos (60-49). A partir de ahí debacle en el equipo nacional, que incomprensiblemente veía como perdía su ventaja y acababa perdiendo el choque 63-66, siendo apeados de la final.
Para más inri, Canadá daba la sorpresa eliminando a EEUU en su cruce, lo que emparejaba a americanos y españoles en la lucha por el tercer puesto, un partido donde pronto EEUU conseguía cómodas ventajas que administraba a la perfección impidiendo que España tuviera opción alguna, perdiendo el choque 72-96 quedando el el cuarto lugar final.
El peñista Álvaro Sanz supo aprovechar a la perfección los minutos que dispuso, estando a punto de ser el héroe en el partido de semifinales que al final no se pudo llevar España. Jugó los 7 encuentros, a diferencia de lo que le ocurrió en el europeo donde nos disputó ni un minuto, y fue un valor sobretodo defensivo en el equipo de Luis Güil. Acabó con unos números de 3,1 puntos, 1,7 rebotes y 1,4 asistencias en 9,1 minutos de media por encuentro, en un equipo donde Eric Vilá fue el buque insignia.