En un partido frenético, de idas y venidas y tensión a raudales, la SD Huesca logró el histórico ascenso a primera división acompañado por varios centenares de azulgranas en las gradas del Anxo Carro. Un 0-2 que deja a los oscenses líderes en solitario de la clasificación y certifica el hito.
Remiro (9)
Martir: Aportó incluso más tensión al encuentro cuando debió ser sustituido por mareos tras recibir un balonazo en el rostro. Pero el meta vasco se repuso a tiempo para poder celebrar con resto del equipo la gesta. Lo que pudo jugar, especialmente en la acción que le dejó conmocionado, lo hizo con serenidad y seguridad bajo los palos.
Alexander (8)
Acertado: Con su habitual desfondo defensivo, se mostró más calmado que en otros partidos. Acertado en los cortes y en las ayudas defensivo, no tuvo fortuna en sus incursiones ofensivas.
Pulido (10) | EL MEJOR
Brillante: Con un gol que firmarían muchos grandes delanteros, superando a un defensa con “caño” y permitiéndose el recurso del taconazo, el central cuajó un partido perfecto a nivel defensivo y aportó todo lo que pudo en el ataque. Anotó incluso un segundo gol, pero no subió al marcador por encontrarse en fuera de juego.
Jair (9)
Soberano: Al igual que Pulido, su actuación defensiva rozó la perfección, siendo especialmente importante su potencia defensiva en la segunda parte, cuando el Lugo apretó.
Brežančić (8)
Comprometido: Sufrió mucho los ataques por su banda, corrió para apoyar el juego por la banda de Ferreiro y se desgañitó en las tareas defensivas. Una actuación correcta en todos los sentidos.
Aguilera (8’5)
Atareado: Sin la ayuda de Sastre hasta entrada la segunda parte, Aguilera pasó un primera parte con protagonismo reducido, dado que el conjunto azulgrana se volcó en el ataque y él pasó a un segundo plano incrustado entre los centrales. En la segunda parte, con las repetidas ocasiones de peligro del conjunto local, se vio obligado a mostrar su versión de ladrón de balones con acierto. Estuvo a punto de anotar en una jugada a balón parado, rematando un buen centro de Moi.
Melero (9’5)
Incondicional: Contra viento y marea, el madrileño culminó un choque completísimo. Desde los apoyos defensivos, hasta las incorporaciones al gol, pasando por un enorme trabajo en la creación y la presión al centro del campo rival. Un partido completo que cualquier jugador de primera división, como él y sus compañeros desde hoy, firmaría.
Moi Gómez (9)
Asistente: Desde que entró en la dinámica de Rubi, su nivel ha ido creciendo hasta erigirse como el administrador del juego ofensivo oscense. Asociativo, con descaro ofensivo y una precisión milimetrica, de sus pies nace el gol con el que Gallar abrió el marcador.
Gallar (9’5)
Abrelatas: Su gol, obra maestra, fue con la que la marea azulgrana comenzó a sentirse en la élite del fútbol español. Demostró con crecer porque Rubi le dio la confianza de ponerle por delante de un jugador que aporta tantas cosas ofensivas como ‘Chimy’. El catalán no falló y terminó un buen partido, con buen juego entre lineas y un regate único.
Ferreiro (9)
Taladrante: No tuvo piedad con la defensa de su ex equipo y la mareó con sus habituales regates. Muy asociativo en el ataque, formó un engranaje perfecto con sus compañeros para atacar como pocas veces lo había hecho el conjunto azulgrana durante la primera mitad.
‘Cucho’ (8’5)
Persistente: Trató de jugar desde una posición más tirada a banda de lo habitual, puesto que el juego por el centro lo monopolizaron Gallar y Moi. Cucho probó con varias internadas por banda, con las que tuvo fortuna variable, y se mostró más asociativo entre líneas que en otras ocasiones. Falló un mano a mano claro que pudo suponer la guinda a una buena actuación.
Los cambios
Santamaría (10)
Heroico: Sus primeros minutos con la elástica azulgrana coincidieron con los más grandes de la historia altoaragonesa. Salió sin dudas a cubrir la baja de Remiro y dio una exhibición bajo palos: seguridad en las salidas, blocando la mayoría de los tiros y haciendo estiradas meritorias. Aportó la seguridad de un portero que habñia sido titular toda la campaña.
Sastre (8’5)
Guerrero: Su incorporación se notó mucho en la segunda parte, aportando equilibrio y ayudas defensivas a Aguilera. La calma y buenhacer del balear se notaron sobre el verde.
Chimy (8)
Incombustible: Salió en los minutos finales y no paró de correr. Buscó con ahínco su tanto, y pese a que no llegó, trabajo en él y en la presión de la salida del balón. Su nervio y potencia se notaron en los instantes finales.
NOTA GLOBAL: 8’9