Con la SD Huesca otra vez en La Liga, tras lograr el ascenso en El Alcoraz, toca echar la vista atrás y ver quienes han sido los máximos responsables del mismo. Jugadores, cuerpo técnico y dirigentes han sido partícipes de este gran momento y deberán encarar el reto de la primera división con la misma ambición que el de esta campaña.
Álvaro (8’5) Prometedor: Su juventud es su mejor arma, puesto que le da mucho margen de mejora. Ha tenido altibajos y aún le quedan registros por dominar, pero es el prototipo de portero moderno: ágil y con buena salida de balón. El año que viene peleará por la titularidad en la meta
Yáñez (7) Útil: Supo aceptar su rol de portero suplente y, cuando salió, jugó a un gran nivel. Con trabajo y, pese a ser algo más tosco en la salida de balón que el riojano, tuvo actuaciones meritorias.
Luisinho (6’5) Veterano: Una temporada curiosa para el luso, que mezcló actuaciones muy notables con errores de bulto, atípicas para alguien de su rodaje. Supo ayudar bien en la salida de balón en muchos choques pero le faltó influencia ofensiva. Terminó el curso con 15 amarillas en 27 choques, unos números alarmantes.
Galán (9) Revelación: Si el año pasado ya dejó grandes sensaciones, este año ha terminado de ratificarlas. Un lateral trabajador, insistente, con muchísimo potencial ofensivo y que se ha convertido en historia azulgrana tras anotar aquel gol en La Romareda que supuso la primera victoria de la SD Huesca en un derbi aragonés.
Pulido (9’5) Capitán: La columna vertebral del equipo no se entiende sin él. Uno de los mejores centrales de la categoría que mostró ese nivel en la gran mayoría de los choques del curso. Será de nuevo el capitán de la SD Huesca en primera, donde defenderá al “pueblo” ante colosos del fútbol mundial. Cerró la campaña con 2 goles, 4 asistencias y siendo el 2º máximo pasador de la división.
Josué Sa (7) Vaivén: Una temporada pareja a la del otro luso de la plantilla: momentos buenos fusionados con errores de bulto. Fue referencia ofensiva en balones colgados (1 gol y 2 asistencias) y el teórico titular junto a Pulido pero nunca ofreció su seguridad defensiva.
Datkovic (6) Rocoso: Un central con unas características muy marcadas y muy bien ejecutadas en cuanto a físico, corte y mentalidad. El problema radica en que esas características no encajaron del todo en las responsabilidades que Míchel les da a los centrales, lo que hizo que se le viesen las costuras al sacar el balón jugado.
Insua (5) Cristal: Su recuperación de la grave lesión le costó más de lo esperado, a parte de recaer continuamente en otras. No llegó al pico de forma mostrado el año pasado justo antes de romperse el cruzado.
Kike Hermoso (S.C.) Fugaz: Solo participó en los primeros choques de temporada, cuando el resto de centrales estaban aún adaptándose. Sus minutos no fueron nada malos para su juventud y hasta fue pedido, por parte de la afición, en otros encuentros más adelante.
Miguelón (6’5) Decreciente: Empezó como titular indiscutible y siendo de lo mejor del equipo, pero se fue diluyendo. Míchel lo detectó pronto y lo apartó casi del equipo, dejándolo fuera de convocatorias incluso justo antes del parón. En la recta final ha dejado que desear en varios partidos pero su nivel medio, especialmente en la parcela ofensiva, ha sido decente: 2 goles y 3 asistencias.
Pedro López (8) Acierto: Un gran profesional, que se creció en los momentos importantes de la temporada y lo dio todo siempre que jugó, aunque haya cuajado algún partido bastante mejorable. Terminó el curso como teórico lateral titular por delante de una joven promesa, lo que habla bastante bien del nivel que ha ofrecido.