Los de Rubi disputarán esta jornada el cuarto partido de la temporada a domicilio. Hasta el momento, los azulgrana no conocen la victoria lejos de El Alcoraz, algo que buscarán en Almería.
Tras superar con nota, buen juego y una remontada incluida los dos compromisos en El Alcoraz, la SD Huesca vuelve a coger el autobús y la carretera para disputar el partido contra el Almería a domicilio. La distancia, de momento, está siendo el peor enemigo de los pupilos de Rubi.
Un punto de los 9 disputados hasta la presente jornada. Ese es el balance que ha obtenido el Huesca lejos de El Alcoraz y que contrasta con el 10 de 12 que tiene el cuadro azulgrana cuando el partido se disputa en suelo altoaragonés. Sin embargo, en la temporada pasada, el equipo que por aquel entonces entrenaba Anquela ganó su primer partido en la carretera, precisamente, en la cuarta jornada, en Valladolid (1-2).
Este curso, primero llegó la derrota en Soria ante el Numancia (1-0), en la que el Huesca estrenaba temporada y las sensaciones y el resultado no fueron los idóneos. El empate en la jornada 3, ante Osasuna en El Sadar, dejó una sensación agridulce, ya que el Huesca pudo ganar, aunque el punto en el campo de un recién descendido de Primera División no era malo. Por último, en el Reino de León el Huesca hincó la rodilla ante una Cultural Leonesa que aprovechó sus bazas a balón parado y un riguroso penalti de Akapo.
De este modo, el Huesca buscará en el Almería la primera victoria a domicilio de la temporada. Y el reto, como el de las últimas dos jornadas, es vertical, demasiado vertical por diversas condiciones como el nivel de la plantilla rival, la extrema semana que le viene al Huesca y la fiabilidad que está teniendo el cuadro almeriense en su estadio. Y es que solo el Oviedo de Anquela ha podido rascar un punto en el Estadio de los Juegos Mediterráneos, ya que tanto el Lorca como el Sevilla Atlético han salido derrotados.