La silla de verano de Astún para facilitar el acceso a los ibones de esta parte del Pirineo está siendo un éxito. Marcado por el coronavirus, muchos han ‘descubierto’ la alta montaña, lo que sumado al turismo de segunda vivienda, la derivada ha sido de más turistas sobre las montañas. Y Astún y su entorno ha respondido plenamente a las expectativas de seguridad y disfrute de los visitantes.
Tanto es así que los numerosos visitantes que aún permanecen en la zona y la buena meteorología actual demandan el aplazamiento del cierre de la telesilla de Truchas. Esta permanecerá abierta hasta el 6 de septiembre.
Un verano más, Astún abrió parte de sus instalaciones, concretamente el telesilla cuatriplaza desembragable denominado “Truchas”. Esto ha permitido a los visitantes disfrutar de una base desde la que acceder a estos ibones, representativos de la estación. Y, además, a un abanico de posibilidades tanto deportivas, como paisajísticas o fotográficas. Todo ello favorecido por un entorno que permite modelar la actividad según las capacidades y gustos de cada cual.
Este año, además, se ha habilitado una ampliación de la terraza de Truchas en la pradera situada frente a ella, que ha gustado a los visitantes al volver de sus itinerarios y antes de tomar la telesilla de regreso a la base de la estación.