Se acabó. El día más triste de la historia de la SD Huesca decidió llegar a su fin y con él, el descanso de una ciudad y una provincia asustada entre una tempestad de límites todavía desconocidos. Hoy, de nuevo, vuelve a salir el sol. Que nada ni nadie impida a todo el azulgrana de bien esbozar la sonrisa del soñador, la sonrisa del deber cumplido, la sonrisa de quien cada día se levanta para ser mejor, más honesto.
Y como si de una pesadilla se tratase todavía me vuelvo a levantar en estado de shock. Lo sé, no soy el único. Quien conoce este club podía imaginar multitud de cosas pero nunca que la SD Huesca, ese club que con tanto orgullo todos hemos defendido, con el cual nos hemos ilusionado y por el que hemos recorrido media geografía llenos de emoción, podía estar en boca de todos por algo tan hiriente y triste como el supuesto amaño de partidos. Pero recordar que después de la tempestad siempre llega la calma.
Un puñal directo al corazón
Mi corazón me pide desconectarme de este mundo de fútbol de bajos fondos, pero mi cabeza me susurra que paciencia, que debemos esperar que el tiempo dicte sentencia y que no hay mejor juez que el silencio. Así que, queridos aficionados solo puedo decir qué necesito de vosotros; necesito de la afición, de mis amigos, de mi familia azulgrana. Este dolor nos hará más fuertes. Esta oscura pesadilla es solo la tormenta de verano que, pasada la madrugada, ha tornado en un día soleado y lleno de luz.
No estamos solos, la SD Huesca ha elevado tan alto su sombra que nada ni nadie podrá borrar de su currículum el montón de páginas fruto del esfuerzo y el amor por unos colores. Sonrisas llenas de cariño que tantas y tantas veces han sentido orgullo de su club. Hoy solo puedo recordar a todos esos miles de adeptos que tiene el club y a los que se han subido al carro de la magia, La Magia de su Huesca. Que por encima de todo este sinsentido de noticias están los honrados trabajadores que están pasando unas horas complicadas y de su mano, toda su enorme y bonita afición. Ahora, que tantos escollos y tantas voces aprovechadas intentarán afinar la estocada, debemos saber sufrir. Toca apaciguar el temporal.
Un tesoro de dimensiones desorbitadas
Porque lejos del ruido y la devastadora ola vertida sobre esta coqueta y pequeña provincia están sus personas. Hoy, el Altoaragón llora de tristeza, de rabia y posiblemente de incomprensión. Pero creerme, lejos de lo que pueda ocurrir, lejos de la dimensión que alcance el tornado, siempre quedará el tesoro mejor guardado de nuestro club: vosotros, su bonita e inmaculada afición. ¡Qué nada ni nadie os borre la sonrisa!
Azulgranas de bien, merecéis el mejor de los cariños. Nunca antes una afición supo dignificar tanto a su club. Nunca antes se lloró con tanta madurez un descenso como el que nos ha tocado sufrir. Sois el verdadero sentido de nuestro lema. No rebléis y si es posible no os dividáis. Ahora, más que nunca la SD Huesca os necesita. Pase lo que pase, caiga quien caiga. Lo mejor que puede pasarle al club en estos momentos es que todo se aclare. Hasta en eso hemos de ser modélicos. Fieles siempre, con dolor o sin él, con rabia o sin ella, con la lagrima fácil o el rostro enfurecido, pero sin reblar.