La tropa de Nolasco sigue con el mismo patrón que la pasada campaña: la de ser un equipo poderoso en defensa. Fiel al abc del balonmano mantiene una línea fortificada que termina por atragantarse al rival. Queda todo un mundo, pero mantener esa filosofía es vital. Los 60 minutos no es que se hagan cómodos, ni mucho menos, pero ayudan mucho a sumar. Ha costado doblegar a un Cangas que ofreció un primer acto durísimo ante un Bada que llegó a ir tres abajo en el marcador, pero nunca se descompuso.
El juego del primer siete altoaragonés de la temporada 2018/19 tomó los tintes de la anterior por lo que ni Mota ni Ostojic, las nuevas incorporaciones, partieron en el arranque. La portería fue para Jorge Gómez y, a partir de allí, los habituales en la oficina. El paso de los minutos fue ajustando la defensa y las tareas de los administrativos. Mira mantiene su peso de ‘viejoven’ y cada año que pasa parece que va a mejor. Como el buen vino. Y con él, Bonanno que también tuvo minutos en ataque y sacó a pasear en un par de ocasiones su lanzamiento, Carró otra vez con un trabajo ingrato delante y detrás, pero que sin concurso la historia sería diferente, Adriá de dos y en los extremos, Carmona y Eloy. En el ataque, el cambio de Álex por Mira con Eloy de director de orquesta y a por un rival que hubo que macerar.
El primer acto fue extremadamente equilibrado y con más gobierno en el electrónico de Cangas que llegó a poner un 6-9 en el marcador y obligó a Nolasco a parar el reloj para reordenar la tropa. Elevado el nivel de la defensa, con Eloy basculando al equipo y Carró ‘pegándose’ en el centro, el Bada encontró los huecos necesarios poniendo la redonda en los extremos. La diferencia se achicó con dos goles de Adriá que se sumaron a los 4 que en el minuto 17 llevaba ya Carmona y es que el siete altoaragonés sumaba por los costados.
Levantada la muralla se sumó a la fiesta Jorge Gómez para sacar bolas de oro y amargar los ataques de un Cangas sujetado por el incombustible Murativoc, que empezaba a dar síntomas de flaqueza al no resolver la propuesta de juego del equipo altoaragonés. El primer acto se cerró con un exiguo 12-11 y la sensación de que el partido estaba menos abierto de lo que parecía.
Nolasco abrió la segunda parte con el cambio de extremos y de central con Mota sobre el 40×20. Si en todo partido hay jugadas clave, el Bada Huesca-Cangas tuvo dos. En la primera parte, una falta en ataque a Val encendió a la grada, en la segunda Oier se jugó la cara al ser arrollado por un atacante gallego al que le sacó la falta. El marcador reflejaba un 14-14 cuando el vasco se tuvo que ir al banquillo y el equipo aún defendió mejor por lo que pudo correr más. Y solo por ver cómo celebra los goles Quique Camas –cuatro seguidos- merece la pena ir al Palacio. Tremendo lo de este chico. Si a un deporte tan eléctrico le sumas una defensa de garra y cómo celebra el extremo sus tantos, la grada lo pasa de lujo.
Bada abrió diferencias (18-14 y 21-15) ante un Cangas que jugó ataques con siete jugadores para buscar la sorpresa. Nolasco cambió porteros y Dani Arguillas frenó las acometidas de los gallegos para acunar la primera victoria de la temporada.
Ficha técnica
Bada Huesca: Jorge Gómez (p), Carmona (7), Mira, Bonanno (1), Carró (2), Eloy Félez y Adriá Pérez (6). Siete incial. Dani Arguillas (ps), Val (1),Marcelo (4), Ostojic, Mota, Oier García, Camas (4) y Malo.
Frigorificos Morrazo: Javier Díaz (p), Simes (1), Muratovic (3), Chapela (4), Cerqueira (2), Mitic (4) y Jesús Soliño (5). Siete inicial. Galán (ps), Vujovic, Aranda (2), Ruben Soliño, Galán, Cancio, Gavidia, Menduiña.
Marcador cada cinco minutos: 2-2; 4-6; 5-7; 7-10; 10-11; 12-11 (descanso); 13-13; 15-14; 17-14; 21-16; 22-18; 25-21 (Final).
Arbitros: Jesús Escudero y Jorge Escudero. Excluyeron dos minutos a los locales Ostoji, Mota, y Bonano; Murartoivc y Cerqueira por Cangas.