ZARAGOZA | El Real Zaragoza anuncia el fichaje de Ager Aketxe cuando más alejadas parecían estar las posturas. La negociación, anunciada desde hace días, tuvo varios obstáculos que sortear, pero el deseo siempre fue el mismo: jugar en La Romareda. El mediapunta vasco se convierte de esta manera en el octavo fichaje del verano y representa un salto de calidad para la segunda línea. Sus 19 goles producidos de manera directa en el último curso le avalan.
El fútbol de Aketxe se explica a través de los detalles. Su golpeo es uno de los más especiales de toda Europa, una caja de sorpresas, su sello personal, y destaca por encima de cualquier otro. Es un tipo imaginativo, con personalidad, cada vez más coral en el juego y consistente en sus cifras. En su carrera hay momentos de promesa inconstante y un punto de indefinición que parece haber dejado atrás.
Aketxe tuvo la suerte de coincidir en Ipurúa con Etxeberría, un entrenador que le quiso entender desde el primer momento. Rodeado de jugadores de otra categoría, le dibujó un contexto propicio, lejos del lugar que podíamos prever hace unos años: en la banda derecha y no en la mediapunta. Desde el costado multiplicó su influencia en el circuito del juego, en la elaboración y finalización de las jugadas. Y así firmó la temporada de su explosión, más tarde de lo que un día imaginamos.
El fichaje de Aketxe coloca al Real Zaragoza en una posición privilegiada en el mercado, es un golpe en la mesa a la altura de pocos equipos de la categoría. Su firma, codiciada por varios de los aspirantes, vuelve a centrar los focos sobre el trabajo de Cordero, a ilusionar al zaragocismo. Lasure, en un ensayo para Sport Aragón, dejó un titular con el que cerrar: “Creo que Aketxe puede triunfar en La Romareda”.