ZARAGOZA| El Real Zaragoza firmó las tablas (1-1) el pasado sábado frente a la SD Huesca en un partido en el que decidió regalar la primera parte y una segunda en la que convenció con su fútbol. Ager Aketxe, el tipo destinado a ser el mejor de los nuestros, volvió a ofrecer una débil versión cuando el encuentro requería futbolistas que se echasen el equipo a la espalda. Su fútbol hasta el momento no refleja el verdadero jugador que es el bilbaíno y su nivel como zaragocista empieza a ser cuestionado.
Firmado como una de las mayores estrellas de la Segunda División, el ex del Eibar no pasa por su mejor momento a las órdenes de Víctor Fernández. Sin pretemporada junto al resto de sus compañeros, Aketxe recaló en en la capital del Ebro diez días antes del primer partido liguero. Fue frente al Cádiz y su debut no pudo ser mejor. Entró al terreno de juego a falta de media hora, marcó el tercer gol y fue clave en el cuarto con un centro perfecto al área pequeña. Aquello iluminó los ojos de todos zaragocistas, como si por fin el Real Zaragoza se había hecho con los servicios de un futbolista de otra categoría capaz de marcar las diferencias.
Pronto, toda la ilusión que había subido como la espuma descendió rápidamente. El canterano del Athletic de Bilbao sufrió una lesión muscular que lo apartó del verde durante más de un mes. Una vez recuperado, Víctor Fernández fue partidario de hacerle jugar prácticamente todo para retomar el nivel y darle las llaves del centro del campo, pero sus actuaciones hasta la fecha no han dejado muy buen sabor de boca.
Su influencia en el juego
Aketxe comenzó jugando en el costado derecho donde podía llegar a explotar sus registros partiendo de fuera hacia dentro, pero siempre acababa recibiendo el balón en zonas alejadas de la portería rival porque no le acababan de llegar balones en zona de tres cuartos. El vasco estaba más en contacto con el esférico, pero no creaba apenas peligro. Es ahora cuando Víctor lo está llevando a posiciones más centradas por detrás del delantero y este ha subido el nivel -aunque se le debería exigir mucho más-.
A pesar de su escaso protagonismo en lo que llevamos de campeonato, Aketxe es un futbolista que puede decantar la balanza de un partido en cualquier momento. Buena prueba de ello es el gol de Iván Azón el pasado sábado en Huesca. Un balón tenso al primer palo tras una falta lateral sirvió para que Marcos Luna tan solo tuviera que peinar el cuero y el canterano zaragocista rematara a placer. Son situaciones del encuentro que obligan a tener siempre en el terreno de juego al ex del Eibar.
Las dudas que está sembrando Ager Aketxe se entremezclan con destellos de un futbolista hecho para cotas mayores y eso es lo que en muchas ocasiones camufla que el vasco está rayando a un nivel por debajo de lo que puede aportar, pero sobre todo, de lo esperado.