Otra vez. Otra vez Íñigo Eguaras no enseña cómo se juega a esto del fútbol. Otro partdo en el que el navarro consigue llevar al Real Zaragoza a un nivel superior a la categoría que le pertenece. Y lo mejor es que no es la primera y, seguramente, no será la única. Qué despliegue de calidad, de cuidado del balón, de visión y de capitanía. Qué barbaridad de partido.
En la noche de ayer, el Real Zaragoza se dejó dos puntos en Anduva. El resultado (1-1) no refleja realmente lo que fue el partido. El conjunto maño bailó a un Mirandés perdido en la mayoría de facetas. Pese a normalmente ser dominador de los encuentros, los de Andoni Iraola estuvieron superados en la mayoría de tramos del partido y solo consiguieron ser mejores que los visitantes en el comienzo de las dos partes.
Enésima masterclass de Íñigo Eguaras
Pese a que el Real Zaragoza no consiguiera ganar -tuvo varias ocasiones para hacerlo-, el juego y las sensaciones que dejó son de equipo campeón. Sobre todo en el centro del campo. Ante la baja de Luis Suárez y la escasez de delanteros, optó por jugar en 4-3-3, incluyendo a James Igbekeme en el trivote. De esta manera, Eguaras estuvo mucho más liberado y demostró lo que es capaz de hacer.
Y es que el Real Zaragoza juega a lo que el centrocampista navarro quiere. Y lo que es mejor; el otro equipo también lo hace. Tiene la impresionante habilidad para manejar a la perfección los tiempos de partido, de llevar la batuta del encuentro, dotando a la salida de balón de su equipo de un rigor futbolístico espeluznante. La pulcritud con la que trata Íñigo Eguaras al balón es digna de un jugador de una división superior a la que actualmente le ataña.
En la salida de balón, el Zaragoza se mostró plácido anoche. Pese a que en los primeros instantes dio la sensación de no estar cómodo sobre el campo con el nuevo sistema, James se fue adaptando al equipo y consiguió dar la mejor versión que se le ha visto en toda la temporada. Con Igbekeme más adelantado, llevándose al mediocentro menos posicional del Mirandés con él, y con Guti acaparando la presión de la línea intermedia, Íñigo Eguaras estuvo totalmente liberado e hizo maravillas.
Es una muy buena seña que el mediocentro de Ansoáin esté cómodo sobre el campo. Es precisamente la persona encargada de la salida de balón en el Real Zaragoza y para Víctor Fernández es esa la faceta más importante de juego. Frente al Mirandés estuvo astuto, raudo, llegó a la frontal para disparar y consiguió tener la visión de juego suficiente para filtrar un par de pases a la espalda para que los atacantes quedaran solos ante Limones.
El mejor Eguaras para mantener la racha positiva
Con el mejor Eguaras llega también el mejor James. Y, en suma, aparece el mejor Zaragoza de esta temporada. La racha positiva solo se prolongará si el Real Zaragoza hace las cosas como las está haciendo en la actualidad. Y solo ocurrirá eso si Íñigo Eguaras sigue demostrando estar en un grandioso estado de forma.
El conjunto de Víctor Fernández tiene una oportunidad de oro en sus manos. No la puede dejar escapar. Debe conservar a sus mejores jugadores y ofrecerles todos los recursos tácticos para que se sientan cómodos sobre el verde. Si el mejor Zaragoza se ha visto con dos extremos puros, una referencia y una movilidad ímproba en el centro del campo, el cuerpo técnico debe seguir insistiendo en ello. Seguro que de esta manera se logrará alcanzar el objetivo.