Las sensaciones mejorables que dejó la SD Huesca la pasada jornada se han prolongado en el campo del Albacete. Uno de los peores choques del año de los de Míchel en el que se logró rescatar 1 punto en la recta final del choque. Sin embargo las pésimas sensaciones hacen que el punto obtenido sepa a muy poco a la afición oscense.
El Huesca estuvo sin tiros casi hasta el 30′, remontando contra un equipo que ronda el descenso y que no dio la sensación de sufrir en defensa hasta los últimos compases. Ahora el equipo tiene otras dos ocasiones de oro para luchar por el ascenso directo y dar un golpe sobre la mesa, pero con partidos más complejos sobre el papel que los disputados hasta ahora.
Míchel (3) Confundido: Hasta 8 cambios introdujo en el 11 titular, intentando que los otras piezas hicieran realidad la misma estrategia que tantas otras veces no le ha funcionado. El doblete de Mir, que salió desde el banquillo pese a ser el jugar más enchufado de la plantilla a día de hoy, le salvó los muebles. Mucho le toca analizar y mejorar al técnico del Huesca, que tras el empate ante el Albacete, encara dos de los choques más complejos del año.
Álvaro (5) Vendido: Vio como le anotaban las ocasiones sin poder defenderse de ellas. En ambas la defensa estaba en otra parte, dejando al meta solo ante el pelotón de fusilamiento. Con los pies demostró ser más efectivo que Yáñez, pero quizá dio algo menos de seguridad en los balones colgados.
Galán (5) Insuficiente: No consiguió llevar peligro por su banda pese a intentarlo en varias ocasiones ni fue el más contundente atrás. A la vuelta de la pandemia parece no estar en su punto óptimo de precisión, aunque su constancia en los intentos sigue intacta.
Pulido (4) Extraño: Puede que haya sido su peor partido de la temporada o quizá incluso desde que viste la elástica azulgrana. No estuvo contundente en la acción del primer gol y perdió el balón en el segundo en una jugada calcada a la de Datkovic de la jornada pasada. Reapareció al descanso con una venda en la pierna. Michel necesita de su mejor versión para la recta final.
Datkovic (5) Defensivo: Con menos responsabilidades en cuanto a juego que el pasado choque, el croata firmó un mejor partido. Sus desplazamientos en largo siguen siendo muy mejorables pero con Pulido y Álvaro para hacerlos, él puede dedicarse a defender con su buen físico. Pese a esto, también se duerme en el primer gol albaceteño.
Miguelón (4) Explotado: El bombeo de balones que recibió durante el partido fue casi acosante. El lateral recibió muchos balones en largo con los que no consiguió llevar peligro hasta el área rival. Mboula entro en su posición y a la primera de cambió asistió, pero también es cierto que tenía un rematador como Mir esperando el centro, cosa de la que Miguelón no gozó.
Doukouré (4) Flojo: Le falto contundencia, se vio superado muchas veces y, por ello, obligado a hacer muchas faltas a los rivales. A nivel de juego tampoco orquestó bien a sus compañeros, obligando constantemente a jugar en largo. Quizá el costamarfileño no esté aún para 90′.
Mikel Rico (5) Reventado: Parecía imposible ver al vasco cansado, pero tantos partidos seguidos han hecho que hoy se le hayan notado los kilómetros de más que cargan sus piernas. Se le ha visto lento, poco acertado con el balón y necesitado de oxígeno tras subir y bajar en tantas ocasiones.
Cristo (4) Incómodo: Posicionado como interior izquierdo, muy lejos del área y con mucha responsabilidad para superar líneas ante un rival muy cerrado, el tinerfeño no brilló. Todo lo generado por su banda era gracias a Ferreiro y Galán, mucho más activo e incisivo que él.
Raba (3) Desaparecido: Pese a que volvió muy bien de la cuarentena, ante los manchegos, no logró entrar en juego en ningún momento, ni asociarse con compañeros ni generar el a penas peligro. Su cambio al descanso estaba cantado.
Ferreiro (7) Alma: El mejor del equipo en ganas e insistencia durante los 90′ azulgranas en el Carlos Belmonte. Su incidencia fue clave en el penalti que generó el primer gol, con un gran centro desde la frontal para Okazaki.
Okazaki (5’5) Puntual: Un gran jugador que no logró entrar en juego en todo el choque, pero que sacó un penalti en uno de los únicos (si no el único) balón que tocó en el área. El magistral control y la pena máxima provocada salvan su actuación.
Los cambios
Eugeni (5) Chispa: Sin ser diferencial ni mucho menos, defendió con ganas y consiguió superar líneas de presión en varias ocasiones. Su nuevo puesto, más centrado en el control del balón que en ser importante en la zona ofensiva, le va sentando cada vez mejor, aunque todavía le queda trabajo para hacerse un hueco ahí.
MVP | Rafa Mir (8) Enchufado: El murciano fue, por tercera jornada consecutiva, de lo mejor del Huesca ante el Albacete. Un penalti maravillosamente cobrado y un gol de ratón de área que valieron su peso en oro, puesto que no hubo ninguna otra acción de peligro reseñable del cuadro oscense.
Nwakali (6) Indescifrable: Es un jugador distinto a todo lo que hay en la plantilla. Parece que el partido no va con él cuando el esférico no pasa cerca suyo, mostrando una pasividad sorprendente en defensa. Sin embargo, con el balón se vuelve un jugador con un toque, regate y distribución de juego. Parece que Michel le va usar como desatascador de choques y quizá pueda rendir bien en ese rol.
Juan Carlos (4) Mejorable: Entró para hacer lo mismo que el nigeriano y pese a ello, resultó ser menos útil que él. Con el choque tenía una buena oportunidad para resarcirse de su fallo ante el Málaga pero no entró en juego lo suficiente como para hacerlo.
Mboula (6) Expreso: Entró solamente con una función: mejorar a Miguelón ofensivamente para ser determinante en los últimos metros. Y lo hizo: un regate veloz, un balón a media altura y un gol en el 90′. El cedido por el Mónaco cuajó buenos minutos como revulsivo ante el Albacete, aunque parece que necesitará algo más que eso para hacerse con la titularidad en la SD Huesca.