El colegiado cántabro Alberto Fuente Martín, colegiado que arbitró el SD Leioa – SD Huesca que finalizó 0-2, tuvo un partido tranquilo en sus manos, con escasas acciones polémicas pero que podrían haber cambiado el curso del partido. El balance del encuentro fueron 5 tarjetas amarillas y dos goles anulados por sendos fueras de juego, según su criterio y el de sus asistentes, Antonio Luis Cerezo Parfenof y Víctor de los Ríos Alvariño, también cántabros.
Fuente Martín aplicando el aerosol en una falta a favor del Huesca | Foto: sporthuesca.com – C.PascualEl partido disputado el pasado sábado entre el Leioa y el Huesca fue fluido en todo el terreno, a excepción del centro del campo, donde se vieron más interrupciones. Fuente Martín amonestó a 5 jugadores (2 del Leioa y 3 del Huesca por los siguientes motivos:
Aitor Córdoba (66′), Unai Atienza (89′) y Carlos David Moreno (38′) fueron amonestados por “derribar a un contrario en la disputa del balón”, según el acta arbitral post-partido. Las tres tarjetas estuvieron bien mostradas puesto que la dureza de las faltas perfectamente se podían sancionar con tarjeta amarilla. El capitán de la SD Huesca, Juanjo Camacho, vio la tarjeta amarilla (55′) cuando el valenciano se acercó al colegiado para recriminarle el no sancionar con cartulina a un futbolista lejonense tras una dura entrad sobre uno de sus compañeros. Según el acta, Camacho “puso objeciones a una decisión mía”, cuando el capitán azulgrana recriminaba, con razón, la pasividad del colegiado ante una falta en la que el contacto fue claro y el jugador visitante quedó tendido en el terreno de juego durante unos minutos con evidentes signos de dolor. El público pidió la segunda tarjeta a Camacho tras una acción defensiva del capitán, en la que ya sin el balón en juego, se encaró con un rival, aunque en esta jugada el colegiado tomó la decisión correcta avisando verbalmente al valenciano. David Morillas vio la cartulina (49′) por impactar su pie en un rival durante la disputa de un balón aéreo, agrediendo al rival y mereciendo ser amonestado.
El colegiado también apuntó dos incidencias en el acta: “El vestuario arbitral carece de sanitarios, teniendo que, en caso de necesidad, utilizar unos situados en la entrada común de los vestuarios” y “Los jugadores del equipo local mostraron una pancarta antes del inicio del partido con el siguiente lema: “Paredes debería jugar” (protestando por la sanción impuesta a su compañero).
Dos fueras de juego que pudieron cambiar el transcurso del partido
Esnáider, incrédulo tras ver como le anulaban su gol | Foto: sporthuesca.com – C.PascualEn el minuto 32, Fuente Martín iba a anular un gol de Juan Esnáider por fuera de juego, interpretando que el ariete madrileño, cuando remata el balón aprovechando un rechace, está más adelantado que la línea defensiva del Leioa. El delantero se retiró a su posición sin protestar con intensidad, tal vez consciente de su posición inválida.
Fuente Martín iba a nivelar la balanza anulando un gol del Leioa en la primera mitad, que hubiera significado el empate a uno en el electrónico antes del descanso, pues la acción se produjo tras el primer gol de Juanjo Camacho. Dani Jiménez realizó una espectacular parada a un disparo de Yurrebaso y el rechace fue rematado en plancha por Reguero, colando la portería en la meta oscense. El colegiado le hizo caso a su asistente, que levantó sin titubeos el banderín señalando posición incorrecta, y aunque Sarriena levantó la voz, el atacante lejonense tampoco protestó en exceso la decisión.
Gassama, Esnáider y Manuel Sánchez, los más castigados
El conjunto vasco se empleó especialmente con dureza con estos tres futbolistas de la SD Huesca. Gassama, un peligro constante en la banda derecha, únicamente podía ser frenado a base de faltas que en ocasiones no conllevaron sanción. El gambiano fue sustiuido por Josan a la media hora de juego. En los minutos finales, el ariete Esnáider, además de presentar evidentes síntomas de cansacio, fue castigado con una entrada por detrás, que le hizo ir cojeando hasta llegar al vestuario tras finalizar el partido. Iba a ser sustituido por Guillem Martí, pero cuando Tevenet ya había decidido el cambio y el ariete balear se dirigía al centro del campo para entrar por el madrileño, Manuel Sánchez, que había sido el otro jugador castigado en exceso por los lejonenses recibió una durísima entrada que le impedía continuar en el partido. Tevenet sentó a Guillem, que se volvió a colocar el peto naranja, para llamar a Gaspar Gálvez y que este sustituyera al malherido centrocampista.