HUESCA | (Actualizado) Ante la denuncia de Alberto Puyuelo que el departamento de Educación le dejaba sin permiso retribuido al acudir con la selección española de Atletismo al Campeonato del Mundo de 50 kilómetros, ha habido marcha atrás del Gobierno de Aragón y el atleta cobrará su nómina tal cual. Alberto Puyuelo representa a España en el Campeonato de Mundo de 50 kilómetros que se celebra en Hyderabad (India) y eso le iba a suponer quedarse sin el sueldo de maestro durante el permiso. El atleta así lo había denunciado en su Instagram. El altoaragonés es maestro en la localidad de Aínsa y para participar en el Mundial, que se celebra el 5 de noviembre, pidió a la consejería de Educación el correspondiente permiso. Esta accedió, pero le dijo que lo haría sin cobrar.
La decisión fue cuanto menos sorprendente. Alberto Puyuelo lo explica de forma pormenorizada en su cuenta de Instagram que le sirve para denunciar la imposibilidad de conciliar la jornada laboral con la práctica deportiva de primer nivel. El atleta es subcampeón de Europa de esa distancia y el Consejo Superior de Deportes (CSD) lo acreditó como deportista de Alto Nivel, la más alta que recibe un deportista a nivel estatal. El punto 5 del artículo 11 establece que ”en el ámbito de la Administración del Estado tendrá la consideración de permiso retribuido la asistencia de los deportistas de alto nivel a competiciones oficiales de carácter internacional“.
Alberto Puyuelo escribió al Programa de Atención al Deportista de Alto Nivel (DAN), el CSD realizó una carta propia para su caso en la que además de la legislación estatal argumentó su caso con el Decreto 396/2011 de 13 de diciembre, del Gobierno de Aragón, sobre deporte aragonés de alto rendimiento que en sus artículos 21 y 22 dice: “Las Administraciones públicas aragonesas adoptarán las medidas necesarias para promover la plena integración laboral y social del deportista aragonés de alto rendimiento”, y en su Artículo 22: “La Comunidad Autónoma de Aragón promoverá la firma de acuerdos y convenios y la aprobación de normas que permitan la conciliación del trabajo con la práctica deportiva de alto rendimiento”. Nada le valió… hasta que Educación decidió cambiar la postura inicial.