El Bada Huesca sigue en la Copa del Rey. Acaba de ganar al Alcobendas sobre el 40×20 de la localidad madrileña. Era una obligación. Y ganar bien, una necesidad. Pero la primera parte ha sido para dejar claro que los errores en la ASOBAL siguen allí. Incluso en ocasiones han sido más groseros. El siete de Nolasco sigue en el camino de encontrar su juego y Alcobendas era una buena ocasión para ir pegando cosas, coger automatismos. La principal diferencia respecto a los partidos de la ASOBAL estuvo bajo palos. No viajó Tercariol y sí el canterano Pablo Casterad. Además, en el primer ataque Rodrigo Benites en el pivote por Montoya y Carmona en el extremo donde suele empezar Hackbarth. El portero se quedó en Huesca y el pivote se probó, pero no pudo vestirse de corto. Tampoco jugó Dija.
Alcobendas dispuso una defensa en 5:1 que se le atragantó al Bada y que le permitió poner un 4-3 en el marcador a los 6 minutos de juego. Bada respondió al ataque de Alcobendas con su 6:0 y Arguillas sacando alguna bola más que comprometida para el marcador. Y eso no era bueno. A falta de juego coral, solución individual. Un par de siete metros para adentro, un mazazo de Ignacio Suárez. la diferencia de plantillas descansaba en la calidad del jugador por encima de la del conjunto y eso no era bueno para los intereses altoaragoneses que incluso pecaba de precipitación en la toma de alguna decisión.
El siete altoaragonés corría, pero sin control luego la derivada de la precipitación era la pérdida de balones y un nuevo ataque para Alcobendas que aceptaba el envite de la eliminatoria perfectamente. Nolasco aguantó con el siete inicial hasta el minuto 16. Hasta entonces, sin cambios en la transición ataque defensa. Entraron, con 9-11, Gucek, Mosquera, Ian Moya -después de perderse los dos partidos anteriores por un esguince- y Hackbarth en el otro extremo. Unos minutos después entró el canterano Floris para compartir defensa con Benites y participar en ataque. El Bada siguió con la máximo de correr al máximo. El problema era que fue más coyote que correcaminos y en estático seguía con problemas. En momentos dejaba el sello de querer ganar el partido mucho antes del bocinazo final, iba con demasiada prisa -pese a poner sobre la pista a dos centrales como Suárez y Malo- para hacer muchas cosas en muy poco tiempo. Y eso le penalizaba. es cierto que mandaba en el marcador (10-13, minuto 22), pero también que lo hacía sin gobierno alguno. Y así las cosas, Alcobendas empató con cinco minutos para acabar el primer acto. A lo que sumó el 16-15 tras una nueva pérdida y una contra satisfactoria.
El segundo acto se abrió con empate a 17 goles y muchas cosas por mejorar en el Bada Huesca. El Alcobendas aguantaba y la impresión era de estar mejor asentado sobre su 40×20. El Bada cambió el bloque inicial respecto al que abrió el partido. Gucek por Benites en defensa y Suárez en el dos en vez de Adrià. La exclusión de Cordiés a los 4 minutos con 19-20 trastabilló al Bada. Al menos, Alcobendas no sacó rédito de ello. Como tampoco su rival cuando jugó en superioridad. Y es que el paso de los minutos diluyó las diferencias. Alcobendas encontró a su pivote y firmó tantos de bella factura en una eliminatoria donde Bada nunca se encontró a gusto. Estaba tan bien Alcobendas que se permitió hacer placajes propios de otros deportes. Es decir, se vació de cualquier inocencia y decidió ir a por el ASOBAL, jugarle de de tú a tú. Mientras le durara el envite, allí iba a estar el siete madrileño.
El Bada seguía seco en el juego colectivo y encontraba soluciones en las individualidades. Los pases de Malo al pivote Benites encadenaron un par de tantos que llevço a Alcobendas a parar el reloj con 25-27 y poco menos de 15 minutos para acabar. Un mundo de minutos para acabar y una montaña de goles en ambas porterías acumulados ya. Y cuando el Bada tuvo oportunidad de irse gripó el motor para que un parcial de 3.0 de los locales le metiera en la eliminatoria. Lo cortó Hackbarth desde los 7 metros para poner el 29-31 a ocho minutos del final. A partir de allí, la veteranía. La falta en defensa que saca Mosquera, los dos minutos de un jugador de Alcobendas por protestar, el golazo de Ian Moya desde el extremo, el de Hackbarth desde el opuesto, el rival que ve que lo ha hecho todo , pero no termina de llegar… Esas cosas que te dan una eliminatoria sin brillo y que desnuda tanto en tu juego que no te queda otra que mejorar.