En tan solo dos ocasiones se han enfrentado en Segunda División en El Alcoraz la SD Huesca y el Real Zaragoza, con un balance de un empate y una derrota para el cuadro azulgrana.
El partido de mañana sábado será la tercera ocasión en la que el equipo blanquillo visite El Alcoraz en partido oficial en Segunda Division. Y lo hará con un balance que hasta ahora le favorece, pues en los dos anteriores enfrentamientos cosechó una victoria y un empate. Así, el Real Zaragoza no conoce todavía la derrota en el feudo azulgrana.
En la primera ocasión hemos de remontarnos a la temporada 2008/09, primera temporada del club oscense en Segunda División y que se saldó con la victoria visitante por 0 goles a 1. De todos conocida por el gran ambiente reinante en un derbi que, por su novedad, tuvo un colorido espectacular. Los más de 1.000 aficionados visitantes que coparon el fondo sur azulgrana, unido al lleno rotundo en el resto del estadio, hicieron que el partido estuviera lleno de momentos vibrantes tanto en la previa como en el trascurso del choque.
En un partido donde los azulgranas se jugaban su orgullo, la ambición visitante -inmersa en la lucha por el ascenso- pudo más y fruto de ello consiguió la victoria con gol de Ander Herrera, que a la postre serviría para contribuir al ascenso a Primera División. De aquel derbi hay tres caras que volverán a reeditarlo este próximo sábado: Juanjo Camacho y Lluís Sastre, por parte azulgrana; y Alberto Zapater, por parte visitante.
El segundo enfrentamiento, y más reciente, nos lleva a la temporada pasada, la 2015/16, donde el resultado fue de empate a un tanto. También rodeado de un gran ambiente, el coincidir con un día entre semana pudo restar algo de afluencia. Aun así las gradas volvieron a tener un gran colorido. El partido se presentaba como una buena oportunidad para ambos de afianzar más si cabe sus objetivos. Los hombres de Anquela debían dar un paso definitivo hacia la salvación y los de Lluís Carreras tenían que seguir con sus aspiraciones de ‘playoff’.
Dongou adelantó a los visitantes con un gol no exento de polémica, pues en la jugada previa los azulgranas reclamaron mano en un disparo de Juanjo Camacho desde la frontal. La expulsión de Machís al filo del descanso, lejos de amilanar a los de Anquela, les espoleó en una segunda parte donde el tanto de Samu Sáiz hizo justicia a un equipo, el azulgrana, que derrochó juego y orgullo a partes iguales, siendo merecedor de algo más que el empate final.
Este tercer envite llega en un momento delicado para ambos conjuntos, que no conocen lo que es ganar en este 2017. Las urgencias de los zaragocistas, unidas al momento de bajón de los azulgranas, hacen que el choque del sábado sea un partido con mucho en juego.