Se puede decir que los ingredientes son los mismos de todos los años, un Quim Costa que se arma de un equipo joven con los humildes recursos del club para hacer el mejor papel posible en una LEB Oro cada vez más devaluada, pero parece ser, que con los mismos mimbres algo ha cambiado para conseguir las 6 victorias consecutivas que actualmente luce Peñas Huesca en su haber, la mejor racha en la actualidad de toda la categoría.
El secreto no es otro que basar esta buena racha en dos pilares que ha conseguido inculcar en sus pupilos; trabajo y compañerismo.
A diferencias de temporadas anteriores, con hombres referencia claros, búsqueda de estadísticas personales, juego anárquico y sin ideas en ocasiones, nos encontramos que todo esto ha cambiado, pero no por Quim Costa, cuya base es siempre la misma, una base en la que cree y con la que este año si está demostrando que es un acierto para este tipo de equipos, sino por la predisposición de unos jugadores dispuestos a mejorar, de ahí la importancia del trabajo, un trabajo que gracias a él se consiguen que los ataques estáticos tengan una finalidad, y se consigan jugadas como el alley oop del último partido entre Lluis Costa y Kris Davis que quedó marcado en las retinas de todos los que nos encontrábamos en el palacio el pasado viernes, y también fruto del compañerismo, con el que se consigue que todos los jugadores sean importantes, y que la alegría del compañero sea también alegría propia, algo que no solamente se ve en la pista y desde el banquillo, sino fuera de ella donde se ha creado una gran familia de jóvenes jugadores que quieren mejorar en el mundo del baloncesto, un grupo que desde el club se busca también reforzar gracias a actos grupales fuera de lo que son los entrenamientos.
Lo importante es que a día de hoy todos los jugadores se sienten importantes, y todos saben su papel en el equipo, nunca es el mismo jugador el que destaca sobre los demás, y con esto se consigue que el equipo sea muy difícil de defender porque cualquier jugador puede convertirse en el más valorado del equipo, de ahí que en 15 jornadas haya habido hasta 7 jugadores diferentes siendo los más valorados del equipo.
El equipo ha crecido, no es el mismo de los inicios fruto de un equipo totalmente nuevo que se tiene que conocer, hay jugadores que saben que tienen menos minutos, pero aceptan su rol y lo aprovechan sin una mala cara, otros van variando en función de los partidos y de los rivales, amoldando el equipo Quim Costa a lo que se necesita puntualmente, jugadores desaparecidos a principio de temporada han aparecido y tienen un papel protagonista, y otros que habían dado un bajón han vuelto a demostrar que están ahí, y sobretodo durante el partido se juega en equipo y las alegrías son comunes, por eso sin ser el mejor equipo de la categoría, pero gracias al trabajo y el compañerismo, tenemos la mejor racha de la categoría, y una ciudad que sueña con aquellos maravillosos años cuando el baloncesto era casi una religión en Huesca.
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