Malas jornadas ha sufrido el equipo de Míchel en las últimas semanas. Sin juego, sin identidad y mostrando una preocupante debilidad defensiva. La SD Huesca pasó de ser de los equipo más sólidos de la categoría, a ser de los que más disparos recibía, y en medio del caos, un Álvaro Fernández que poco podía hacer. El partido del sábado fue un punto de inflexión para todos, para -como dice el azulgrana- “volver a ser el Huesca de la primera vuelta”.
“Era un partido muy importante. Conseguimos dos objetivos que teníamos pendientes: la victoria y volver a mantener la portería a cero. Por circunstancias y detalles no habíamos logrado conseguir en los últimos partidos pero al final se hizo. El equipo estuvo muy solvente sobre el campo y tan solo nos tiraron dos veces a puerta“, analizaba.
Y es que, pese a todo, el conjunto oscense estuvo a punto de encender las alarmas antes del descanso: “En la primera parte generamos mucho pero pudimos irnos con una mayor goleada. Después, vino ese gol anulado por un codazo claro a Mikel que nos dio un golpe de realidad. Por ello, en el descanso, Míchel nos marcó la importancia de mantener la portería a cero en la segunda parte y así lo hicimos”.
El guardameta azulgrana se mostró contento con su rendimiento y el del resto de sus compañeros y admitió que “nunca había perdido la confianza en sí mismo”. Ahora, espera la llamada para la Selección Española Sub 21, una cita que volverá a privarle de jugar con el Huesca: “No es agradable perderse un partido de liga y creo que deberían estudiar la forma de que no nos afecte el parón por selecciones a aquellos que estamos jugando en Segunda División”.
La Rosaleda, el mejor sitio para romper la maldición
La SD Huesca visitará la próxima jornada al Málaga en un partido donde Álvaro Fernández es consciente de la gran dificultad que existe: “Es un equipo que viene de una dinámica buena y que ha sabido recuperarse de los problemas que han sufrido. Vamos a jugar en un gran campo por lo que veremos si somos capaces de ganar, al fin, como visitantes”.
Y es que, para el guardameta, las cosas se van a complicar cada vez más: “No es fácil porque, ante las pocas jornadas que quedan, cada equipo al que nos vamos a enfrentar se lo está jugando todo y va a mostrar una mayor agresividad por el campo. Por ello, debemos estar fuertes en defensa”, explicaba.
Álvaro no ha tenido problemas en analizar a los grandes rivales de este Huesca: “Hay cinco equipos que estamos por encima de los demás para poder optar a esas dos ansiadas plazas. El Cádiz tiene esa ventaja pero creo que todos tenemos muchas opciones y, por supuesto, nosotros vamos a estar en esa lucha”.