Álvaro Fernández está feliz, triplemente feliz; por la victoria, por mantener la portería a cero y por su segunda titularidad consecutiva. Su situación en la plantilla de Míchel ha cambiado de forma radical en muy pocos días. Pasó de ser el portero titular y uno de los artífices del ascenso a Primera, al ostracismo a la sombra de un guardameta con mucha más experiencia en la élite como Ándrés Fernández.
El fútbol es caprichoso a veces y Míchel buscó un cambio en la portería que le diera otro aire al cierre de la línea defensiva. Y ocurrió justo cuando Álvaro estaba pensándose su futuro más inmediato en forma de cesión en el mercado invernal para gozar de minutos que le asegurasen seguir siendo el portero de la selección española sub-21.
De momento, titular ante Granada y Alavés con un bagaje de 4 puntos, que casi fueron 6. Nada más finalizar el encuentro de hoy ante el equipo vasco, se mostraba encantado, sonriente y más seguro que nunca de que “pueden ganar a cualquiera“. El triunfo ha sido un bálsamo para todos y una alegría que Álvaro brinda “a una afición que nunca deja de apoyarles”.
“El Huesca corrigió hoy muchos de los errores que se cometieron la pasada semana“, aseguraba Álvaro, y en pasadas jornadas. Míchel acertó con los cambios y supo cerrar un partido apostando por jugadores defensivos que dieran empaque al equipo en los minutos finales.
En el plano personal vive su mejor momento de la presente temporada. Ahora tiene la confianza de Míchel y su máximo objetivo es “no desaprovecharla”.