La historia está plagada de victorias y fracasos, de fechas. 14 de septiembre de 2018. Para Huesca, el estreno del equipo de la capital altoaragonesa en Primera. Con el Rayo como invitado y con derrota como estación final. Bellísimo El Alcoraz. Igual incluso más que lo esperado. Pinta de estadio incómodo para el rival. A poco que la afición deberá dar goles. Prosa aparte, qué importante era ganar al Rayo. Son esos puntos que alimentan la permanencia. Queda un mundo, y como sostiene Leo Franco habrá oleaje, mar dura, pero de momento ha perdido una bala para abrir diferencias sensibles con un rival de su liga. La primera página del libro del Huesca en Primera y en El Alcoraz reserva el nombre del primer goleador a un jugador del Rayo. El de Imbula. Un tremendo golazo. Llevó el balón a la escuadra izquierda de Werner. Imparable.
El Huesca salió sin ‘Cucho’ ni Gallar. Leo metió a Semedo y Gurter para empezar a horadar al Rayo por su banda izquierda, para hacer daño a Alex Moreno. Tampoco salió Etxeita y Semedo -un mariscal- con Pulido fortificaron el centro de la defensa oscense. Los vallecanos tiraron de músculo en el centro del campo para ahogar a un Huesca que buscó los costados y que nunca se quiso complicar la vida. Rayo y Huesca son conscientes de que viven en una misma liga con el mismo objetivo de la permanencia. Y quizá por ello el partido tuvo momentos bruscos, nervios y, quizá, con más oficio de los madrileños que de los oscenses cuando así lo requirió.
Los de Míchel metieron mucha presión, supieron sacar petróleo en el primer acto, trabajaron al Huesca para quitarle la bola y no se desarmó cuando Pulido la tuvo muy cerca para abrir el marcador. Álex Moreno se la quitó por centímetros. El defensa probó luego desde fuera del área a un Alberto casi inédito. El problema para los de Leo Franco es que necesitaba aguja e hilo para coser su juego en un partido con corazón por todas las connotaciones que suponía, pero sin cabeza.
El Huesca necesitó agitar su fútbol por lo que puso sobre el prado a ‘Cucho’ y Gallar en el segundo acto. Antes Werner tuvo que evitar un balón filtrado a De Tomás, que buscó la escuadra derecha del portero. Gurler y Longo salieron del campo para buscar esa agitación. Sorprendió Leo Franco porque dejó sobre el campo a un Moi muy desdibujado. El VAR salvó al Huesca del segundo tanto que era hubiera sido demoledor. De Tomás hizo falta sobre Musto y remató a placer. Hay cerco para los pillos. Menos mal.
La última bala del banquillo oscense fue para quitar a Moi y meter a Ferreiro con poquito más de 20 minutos para acabar. Se buscó más pólvora y electricidad al juego del equipo ante un Rayo que siguió en su línea; brusco cuando lo necesitó, restando segundos cada vez que pudo y con De Moral haciendo daño. ’Chimy’ tuvo el empate en su bota. Tan solo tenía que empujarla tras un remate malo de Melero de cabeza. El balón se fue por encima del larguero.
El Huesca entró en esos minutos de pleno corazón. Se mereció el empate ante un Rayo ordenado, que, precisamente, era de lo que carecía el equipo de Leo Franco. Es aquello de aunar cabeza con corazón. Las dos cosas son importantes, pero sin compás, el desbarajuste era preocupante. Las soluciones eran individuales. Ferreiro la buscó con un buen tiro que exigió a Alberto García. El Huesca sumó ocasiones pero fue Advíncula quien llevó el silencio a la grada. Puso la bola en la cruceta de Werner y el palo repelió la bola. Sin duda, la derrota fue un castigo demasiado duro, pero la vida sigue.
FICHA TÉCNICA
SD Huesca: Werner; Miramón, Pulido, Semedo, Luisinho; Serdar Gürler (Gallar, 56’), Melero, Musto, Moi Gómez (Ferreiro, 66’); ‘Chimy’ Ávila, Longo (‘Cucho’, 57’).
Rayo Vallecano: Alberto; Álex Moreno, Amat, A. Ba, Advíncula (Bebé, 88’); Gorka; Álvaro García (Embarba, 69’), Imbula, Trejo, Kakuta; De Tomás (Alegría, 76’).
Goles: 0-1, Imbula, 27′.
Árbitro: Medié Jiménez. Amarillas a Amat (52’), ‘Chimy’ (78’) y Luisinho (90’).
Incidencias: Petón y Lasaosa dejaron sobre el césped una camiseta y un ramo de flores en memoria de Javier Camarón, que fue jugador del Huesca y falleció el pasado sábado. Se guardó un emotivo minuto de silencio con imágenes del jugador en el videomarcador. En el palco, el presidente de la LFP, el oscense Javier Tebas. 6.498 aficionados en las gradas del nuevo Alcoraz.