El Bada Huesca ha entrenado hoy en el pabellón Sancho Ramírez. Tocaba cambiar las luces del Palacio de los Deportes y como parece ser que no ha habido tiempo hasta ahora, el grupo de Nolasco tuvo que variar el escenario de preparación. Este viernes se verá al equipo contra el siempre potente Anaitasuna. Los navarros cuentan en sus filas con un viejo amigo de la afición altoaragonesa, Bonanno. Esta vez no llegó a La Catedral vía directa desde Huesca. Lo ha hecho desde Irún. Da igual Otro jugador más que ha defendido ambos escudos.
Será esta otra oportunidad de que ambos sietes se crucen sobre el 40×20. Y con público en la grada. Eso sí, con matices. Y es que el aforo será limitado. Iba a estar más limitado que en los partidos de ACB. Debía ser que el virus diferencia espacios y competiciones. Si el Gobierno aprobó el miércoles un 40% de asientos ocupados para la máxima categoría del baloncesto español, para la del balonmano se restringía al 30% de su capacidad. Curioso. Al final, este jueves, se equilibró: 40% de aforo en los pabellones.
Por lo que respecta a lo puramente deportivo, el cuerpo técnico del Bada sigue exprimiendo al grupo que esta temporada, además, estrena equipación. De cara al amistoso de este viernes “la idea es la de toda preparación: cumplir objetivos, estar más finos y buscar el ritmo de competición”, señala Nolasco. El técnico machaca con la idea de minimizar al máximo las pérdidas de balones y cruza los dedos para que nadie se lesione. Y Anaitasuna es un piedra de toque perfecta para saber dónde se encuentra el equipo antes de medirse a Granollers con puntos en juego.
Una vez más, el resultado final le importa al técnico exactamente nada. Al menos, es lo que responde cuando se le pide un entrecomillado. Otra cosa es que a nadie le guste perder y que sería más que feliz cumpliendo los objetivos trazados para el ataque y la defensa con derivada en una victoria ante uno de los previsibles rivales directos en la competición.