HUESCA | Si nos ajustamos al resultado, el parcial de 4-0 en los últimos cinco minutos de la primera parte sirvieron para echar abajo todo el trabajo anterior del Bada Huesca contra el Anaitasuna. Esos cuatro tantos dieron la victoria parcial a los navarros por lo que el segundo acto se abrió con 21-19 en el electrónico y luego le pesó la remontada a la tropa de Nolasco, que acabó perdiendo sobre el parquet del pabellón Arrosadía de Pamplona donde se jugó.
Ni que decir tiene que entre estos dos sietes, los amistosos son un algo más, no llega a lo de los partidos, pero bueno, es de esos rivales a los que te gusta ganar, siempre; y perder, nunca. Y atendiendo a esto, el segundo acto sirvió para que los de Pamplona picaran espuelas y se fueran en el marcador con diferencias de cinco y siete goles a diez minutos del final. La diferencia se quedó en medio: 6 goles a favor de los navarros (36-30).
El Bada Huesca propuso un amistoso con tres bloques. La primera parte la jugó “muy bien”, en palabras del técnico del siete altoaragonés hasta que el exceso de confianza pasó una dura factura. Si logró tener diferencias importantes a su favor se esfumaron por fallos en lanzamiento y en defensa. Una vez más se confirma que en este deporte hay que tener la misma fe por remontar un marcador adverso como no dar una redonda por perdida. La precipitación dejó un parcial de 9-2 para los navarros. Los rrores volvieron a aparecer tras el paso por vestuarios, y antes que en el primer acto.
Nolasco, y no suele ser habitual en él, valoró de forma negativa algunas decisiones arbitrales que laminó a sus jugadores. Los errores en ataque permitieron correr a los jugadores del Anaita y el Bada tampoco replegó con garantías lo que favoreció a los navarros. “El amistoso -indicó el técnico del Bada- nos ha servido para saber que cuando peor estás, más tranquilo debes jugar. Una derrota así nos tiene que servir para aprender”.