Este miércoles (20.30), el Palacio de los Deportes volverá a vestirse de gala con la visita del Anaitasuna. En el calendario, una de las citas que más espera la afición. El equipo de Pamplona encadena temporadas con una gran plantilla. Y en esta sigue vivo en Europa.
Dicen que no hay nada mejor que jugar pronto un partido cuando acabas de perder. Y eso siempre lleva a vivir en el filo. Más que nada por si vuelves a caer. No lo tendrá nada sencillo este miércoles (20.30) el Bada Huesca. Llega el Anaitasuna tras caer el sábado el Bada en Guadalajara. Y siempre es especial jugar contra los de Pamplona. Asentados ambos sietes en la Asobal, la rivalidad es una constante. Más presupuesto en los navarros, eso sí, ante un Bada que, sin embargo, ha solido sacar más jugo a jugadores que antes defendieron el escudo de Anaita.
La derrota contra Guadalajara hace más necesaria la victoria. Sobre todo si se quiere escalar puestos en la tabla y tener opciones para regresar a Europa. De momento, la reanudación de la competición deja similares resultados a la primera vuelta que en su cómputo dejó un gran sabor de boca. Ninguna alarma encendida. En todo caso, una luz de advertencia en el inicio del pasillo: la pérdida de balones. “En muchas ocasiones tenemos ansiedad porque igual no nos salen las cosas. Nosotros nos basamos mucho en la defensa y si atrás no estamos tan finos nos solemos acelerar. Contra Guadalajara estuvimos allí y de repente un parcial de 8-2 nos mató, y más por errores nuestros con lanzamientos a lo loco, pases mal dados… que por aciertos suyos. Y esos fallos contra equipos como estos te penalizan. Cuando cogen una renta tan grande, bajarla es casi imposible”, explica Oier.
Esa derrota implica que sea necesario sumar los dos puntos contra ‘Anaita’. “Si queremos pelear por puestos importantes debemos ganarles y no va a ser fácil. Juegan bien, aunque estar en Europa les pueda costar un poco”, señala el extremo. “Tenemos que hacernos fuertes en casa y rascar fuera contra equipos que van a ser complicados”, añade el jugador.
La temporada no está siendo fácil para el jugador y lo reconoce de forma abierta. “No está siendo un buen año para mí. En la pista estoy teniendo menos minutos y cuando los tengo no me sale tan bien como en otras ocasiones. En defensa creo que ha habido un cambio a cuando vine y en ataque voy a rachas. Como llevo mucho tiempo sentado en el banquillo cuando salgo estoy más frío. No quiero que sea una excusa, pero es así”, afirma Oier. El jugador ha perdido esa conexión con la grada cada vez que firmaba un tanto en anteriores campañas y así lo ve él: “Casi cuando meto un gol lo celebro con rabia para mí. Sé que la afición siempre me ha apoyado y disfruto en el campo, pero ahora no lo estoy pasando tan bien como en otras temporadas”, afirma.