Vuelve el Bada Huesca a llevar los partidos al límite. Y más de un aficionado va a tener que dedicarse a saber cómo funciona el corazón para soportar tanto susto, tanto tobogán y tanta capacidad para vivir al límite de las emociones. Se fue el Bada a Pamplona a jugar contra el Anaita. La Catedral del balonmano español vive este deporte de una forma particular. Y el Bada decidió aferrarse a lo que igual no le gusta, o sí, que uno ya no sabe a qué carta quedarse. Lo mejor es que se ganó. Y que se consiguieron los dos puntos en una pista difícil, ante un rival que guarda ciertos paralelismos, donde siempre hay tanta tensión –los navarros muy castigados con las exclusiones- como nobleza, con jugadores que han picado billete en ambos escudos y donde hay rivalidad desde aquel lejano partido de la fase de ascenso a la Asobal disputada en Huesca entre ambas escuadras y que se decidió desde los siete.
Y la victoria se consiguió, quizá, cuando los únicos que creían en ella eran los jugadores y el cuerpo técnico. O igual todo responde a un plan perverso de la plantilla y entrenadores que prefieren ponerle salsa picante a los partidos. El Bada tardó casi 16 minutos en hacer más de dos goles al Anaitasuna. Al menos, los navarros no se iban en el marcador. El 6-2 lo puso Chocarro desde un 7 metros y a partir de allí siempre mantuvieron una prudente distancia. Anaita acomodó su ventaja y fue manteniendo las diferencias ante un Bada que tenía en Ariño la efectividad y en la primera línea un bajo porcentaje de acierto.
Tampoco los navarros ofrecieron un balonmano de virtudes, pero mandaban en el electrónico y eso siempre es una ventaja. La duda era saber si iban a guardar fuerzas debido a que el sábado tienen la ida de su compromiso liguero contra los húngaros del Csurgoi KK. Metidos en faena seguro que no pensaron en su siguiente cita o apostaron a mantener una prudente distancia y controlar a los de Nolasco.
El partido empezó a cambiar con el 17-12. Marcelo puso el primer gol de un parcial brutal a falta de 20 minutos para acabar. Don Jorge, Ariño, Mira, una sanción a Oswaldo, y Marcelo tejieron la remontada. Pusieron en práctica el abc del balonmano: portería más defensa implica que puedas correr.
Y cuando uno va de subida y el rival ve que hace aguas lo más fácil es que entren las dudas. Anaita buscó parar la sangría, pero enfrente ya no había tregua. Los navarros terminaron enredándose y Nadoveza perdió la última bola con la que Bada abrocha una victoria de quilates.
LA FICHA
Anaitasuna: Nordlander (p), Gastón (1), Mota (3), Agirrezabalaga (1), Ugarte (3), Dos Santos y Chocarro (4). Siete inicial. Labairu (ps), Garza (1), Bazán, Del Valle (1), Nadoveza (1), Barricart, Goñi, Uriz (2) y Balenciaga (2).
Bada Huesca: Jorge Gómez (p), Teixeira (2), Val, Carró, Camas (1), Ariño (8) y Marco Mira (2). Siete inicial. Arguillas (ps), Carmona, Todorovic (1), Mugerza (1), Eloy Félez (1), Oier, Marcelo (4), Bonanno y Garzo.
Parciales cada cinco minutos: 1-2, 3-2, 5-2, 8-6, 10-7, 12-9 (descanso) 14-10, 16-12, 17-15, 17-17, 18-18, 19-20.
Árbitros: Bustamante-Monjo. Excluidos Garza, Del Valle, Mota (2), Nadoveza, Agirrezabalaga y Ugarte por el Anaitasuna; Val y Mugerza por el Bada Huesca.
Fantástico, sí señor. Una victoria importantísima, de las que dan confianza y seguridad en sí mismos. Hacía falta, para eliminar dudas. No creo que se estuviera nerviosos, o sí, en el equipo. Pero partidos así, con final tan intenso y abrumador, que desemboca en la victoria insuflan tranquilidad y te llenan de optimismo.
Felicidades al equipo, y a seguir así. Nos vamos asentando, jugar como equipo y recuperar sensaciones. Se nota la vuelta de lesionados y nuevas incorporaciones.