Anaitasuna tuvo que ser. El Bada Huesca ha visto truncada su espectacular viaje almacenando victorias. La octava consecutiva n ha podido ser. Al menos ha sido en la Catedral. Puestos a que ese día tenía que llegar, qué menos que hacerlo en un sitio con tanto simbolismo. Los navarros ofrecen un equipo con buen balonmano y una concatenación de resultados que, quizá, no era el esperado. Y en ese carrusel en el que se encuentran, esta tarde ha tocado cara. Ha planteado un primer acto de calidad, con una buena defensa y efectividad en el ataque que le ha dado el partido.
Los de Pamplona han mandado desde el principio. Empezó el encuentro remontando el gol de Tioumentsev, pero después del equilibrio se puso por delante sin dar opción al siete de Nolasco. Mandó sin gobierno en el electrónico en los primeros minutos. El Bada pudo empatar a 5, pero se abrió la diferencia a 7-4. Lo peor vino después. Atascado el Bada Huesca en su juego dibujó un primer acto diametralmente opuesto al que ofreció contra Bada. Quizá le pesó el cansancio combinado con un rival que la anterior jornada no jugó contra el Sinfín por la pandemia.
Fuera por la razón que fuera, Anaitasuna vio la posibilidad de abrir brecha y colocó un parcial demoledor para poner un 15-8 en el electrónico a cuatro minutos de terminar la primera parte después de que con el 12-7 Nolasco parara el reloj. El 17-11 con el que acabó la primera parte ajustaba lo sucedido sobre el 40×20 navarro y el tamaño de la empresa a la que se veía abocado el Bada para intentar dar la vuelta al marcador.
Reacción sin consistencia
Espinha cogió el relevo de Arguillas y desde allí se empezó a buscar una remontada (casi) imposible. El Bada empezó a ofrecer su mejor versión, en el 38 vio la roja por tercera exclusión el lateral izquierdo Héctor González y una contra firmada por Adrià Pérez permitió acosar en el marcador al Anaita con un Bada que llegó a ponerse a tres (20-17). Volvió a estirarse el equipo de Pamplona a +5 y recortó a +3 Bada, que no terminó de meter ese golito que te empuja y provoca dudas en el rival. Y Anaita volvió a meter diferencia (25-20) aderezado con una exclusión de Rodrigo Benites. Y el partido se terminó con un Anaita que abrió más diferencia para cerrar el encuentro.
Por otra parte, Oleksandr Nekrushets abandona la disciplina del Bada Huesca para lo que resta de temporada y pasa a formar parte de la plantilla de Cisne. El jugador quiere más minutos y fue él quien pidió salir. Ahora toca ver lo hecho y preparar el partido de la próxima jornada, que en esta locura llega el miércoles, 19.30, contra Villa de Aranda en el Palacio.
Ficha técnica
Anaitasuna: Nicolai (p), Álvaro Gastón (5), Del Arco (3), Antonio Bazán (3), Meoki, Héctor González, Chocarro (4). Siete inicial. Cancio (ps), Dashko, Ander Izquierdo (2), Eduardo Fernández (1), Fischer, Aitor García (4), Torriko (6), Etxeberría, Ganuza (1).
Bada Huesca: Arguillas (p), Carmona (3), Asier Nieto (1), Tioumentsev (4), Sergio Pérez (5), Montoya (2), Adrià Pérez (3). Siete inicial. Espinha (ps), Beintes (1), Gucek (2), Marcelo, Aleksandr, Joao Pinto, Miguel Malo (1), Paul Alonso.
Parciales cada cinco minutos: 3-2, 5-4, 8-5, 10-7, 14-7, 17-11 (descanso) 18-12, 20-15, 21-17, 22-18, 25-20, 29-22.
Árbitros: Sebastián Fernández-Alberto Murillo. Excluidos Álvaro Gastón, Chocarro, Meoki y Héctor González (2 y roja) por el Anaitasuna; Joao Pinto, Rodrigo Benites y Tioumentsev por el Bada Huesca.