Un punto que le sirve a la SD Huesca para seguir sumando y que le mantiene invicta a domicilio. Con las bajas en el lateral, Íñigo Ros ocupó el carril derecho.
Aythami Álvarez y Óscar Ramírez causaban baja para el choque de San Mamés. Ambos, lesionados, se quedaron en Huesca y Tevenet debía innovar e ‘inventarse’ a un lateral derecho provisional. El elegido fue Íñigo Ros, quien ya lo había hecho alguna vez el curso pasado en ausencia de Aythami. Los diez futbolistas restantes eran los titulares, formando en un claro 4-2-3-1: Leo Franco bajo palos, Íñigo Ros lateral derecho, Carlos David e Íñigo López como centrales y Morillas lateral izquierdo; Fran Mérida y Manolo en el doble pivote, con Tyronne por derecha y Darwin Machís por izquierda; Camacho como mediapunta y David Mainz de delantero centro.
Once de la SD Huesca ante el Bilbao Athletic en el Nuevo San Mamés.El partido fue un intercambio de golpes. La cantidad de disparos por parte de ambos equipos no fue ni mucho menos exagerada, pero sí que los dos lo interntaron y tuvieron alguna que otra clara para marcar. Leo Franco realizó dos grandes intervenciones y el filial rojiblanco mandó un balón a la madera. Un poco más de trabajo tuvo Remiro, el meta local, quien sacó cuatro balones de mucho mérito: uno con el pie a Machís, otro con el cuerpo a Luis Fernández y dos manos arriba, a Mainz en una volea y a Camacho en un saque de esquina directo. La del venezolano fue la más clara, que tras una jugada individual ejecutó raso con su pierna menos hábil -la izquierda- y su disparo fue rechazado por el guardameta.
En el primer acto, los cachorros tuvieron un poco más la posesión, dominaron ligeramente en los primeros compases pero no eran capaces de crear peligro. El Huesca pretendía replegar y salir en velocidad, pero también sabía cuándo tener el balón sin arriesgar y atacar con él. Se llegó al término de los primeros 45 minutos con el juego disputado más en terreno vasco. En la segunda parte se vio al equipo altoaragonés con más recursos y jugando en su mayoría en campo rival, sobretodo cuanto más avanzaba el reloj. El Bilbao Athletic salió más intenso y con más ritmo del vestuario pero el Huesca poco a poco fue ganando terreno.
En el 35′, Camacho y Tyronne intercambiaron sus posiciones. Hasta entonces, así se jugó la primera mitad.Antes del descanso, Tevenet vio que el conjunto local creaba más peligro por banda izquierda y decidió pasar a Camacho a la derecha y meter a Tyronne como mediapunta. De este modo, el capitán azulgrana ayudaría a Ros en el carril derecho para frenar las internadas de los cachorros por dicho costado. El grancanario, por su parte, haría pareja con Mainz arriba, formando en 4-4-2, y dicho cambio se mantendría en la segunda mitad hasta las sustituciones.
Volvió a tener minutos Bambock, quien esta vez sustituyó a Fran Mérida (63′) para colocarse junto a Manolo. Justificó Tevenet el cambio del catalán en sala de prensa, alegando que pudiese ver la segunda cartulina amarilla y que el equipo se quedara con 10. Habiendo salido el más talentoso, poco después salió del verde Tyronne (69′) en favor de Luis Fernández. El gallego se pondría en punta junto a Mainz.
Con Bambock y Luis Fernández. El Huesca formando en 4-4-2. El Huesca, más ofensivo. Entraron Luis Fdez y Bambock y Camacho ayudaba a Ros en derecha.La segunda mitad fue más eléctrica, incisiva. El Huesca se estiró más, el correcalles arreció a los protagonistas y el balón estaba cada vez más en campo del Bilbao Athletic, siendo el conjunto azulgrana el que apretaba arriba y ganaba protagonismo. En el 81′ fue Samu Sáiz quien entró en el terreno de juego sustituyendo a David Mainz. Había metido antes Tevenet a un delantero para jugar con dos ‘9’ pero a menos de diez minutos para el final el sevillano quitaba al de Sádaba para dar entrada a un ‘tres cuartista’. El madrileño a penas tuvo tiempo para mostrarse y se colocó en la izquierda. El Huesca mantenía su 4-4-2 y los delanteros serían Luis Fernández y Darwin Machís, para aprovechar la frescura del primero y la velocidad del segundo.
Samu Sáiz jugó en banda izquierda y Machís pasó arriba. Así acabó el Huesca el encuentro, prácticamente en campo rival.Daba la sensación de que Tevenet se contradecía: vio posible el triunfo y quiso jugar con dos delanteros, pero a poco para el final cambió su idea al ver que el gol no llegaba y prefirió conservar lo que se había trabajado tanto hasta el momento. El técnico azulgrana quiso pintar sin salirse de la raya. No arriesgó, y todo acabó en nada.
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