No llegó la esperada victoria y el Elche acabó goleando a los oscenses. Era de esperar; Tevenet pecó de escasa capacidad para corregir las cosas y dejó mermado a su propio equipo.
Luis García Tevenet sacó de inicio a un equipo muy ofensivo. Manolo se quedaba en el banquillo y Camacho se situaba en el doble pivote junto a Fran Mérida. En este encuentro, Héctor Figueroa era el delantero elegido y Aythami se imponía a Óscar Ramírez en el lateral derecho. La titularidad por dicha posición sigue todavía en el aire. De este modo, el once del conjunto oscense fue el siguiente: Leo Franco en portería, Aythami lateral derecho, Carlos David y Christian como pareja de centrales y Morillas lateral izquierdo; Camacho y Fran Mérida en el doble pivote, con Tyronne en derecha, Carlos Calvo en izquierda y Samu Sáiz de mediapunta. Arriba, Figueroa. Un 4-2-3-1 al uso en el que sorprendía la ausencia de un mediocentro defensivo y la función que ejercería el capitán azulgrana en esa posición.
Sinceramente, la primera mitad del Huesca me encantó. Y su primera media hora, me fascinó. Me resulta informal comenzar un análisis táctico de este modo, pues cualquier análisis se basa en un estudio cuidadoso y objetivo sobre algo que ha ocurrido, pero necesitaba decir eso. Y, a partir de aquí, os lo explico. Hacía mucho tiempo -3 años, quizás- que no veía a un Huesca tan dominador con balón y serio sin él; a un Huesca tan bueno. Durante gran parte del primer tiempo, el Elche pareció ser un títere que se movía en defensa de la manera que el Huesca, con el esférico, le mandaba. ¿Cuál iba a ser la función de Juanjo Camacho, un futbolista que destaca por su polivalencia? Pues, en salida de balón, la de meterse entre centrales. Sorprendió verlo allí, pues la mayor parte de las veces lo hemos visto como segunda punta, pero cuando tienes a un futbolista de tal talento -y veteranía- en tu plantilla, no lo alejes del balón. Mejor, acércalo.
Fran Mérida se soltaba ligeramente, los centrales se abrían y los laterales subían hasta campo rival. Los volantes se cerraban para dar apoyo y Samu Sáiz ayudaba en la transición. Pues, ¿por qué el Huesca no marcó? Mejor dicho, ¿por qué el Huesca no creó las ocasiones de gol que mereció? Porque falló, quizás, la pieza más importante del ‘puzzle’ o, almenos, la que te da los puntos: el delantero centro. Con el planteamiento que hizo Tevenet, lo más apropiado hubiera sido mantener al ariete Luis Fernández en la titularidad -juego de espaldas y capacidad para girarse-. Héctor Figueroa fue incapaz de seguir los movimientos de sus compañeros; cortocircuitó el gran juego de los suyos y los centrales rivales se le impusieron.
Pero no sólo el problema estuvo en Héctor. Carlos Calvo no sumó. Habilidoso con balón y con la capacidad de quedárselo, se mostró apático y poco activo. Un Huesca cómodo con balón y un Elche que no lo tenía pero que tampoco sufría sin él, situado en un claro 4-4-2. En una acción de estrategia, pésimamente defendida por los oscenses, Sergio León ponía en ventaja a los ilicitanos. Pareció que ese tanto en contra era lo que necesitaban los azulgranas para activarse, para acercarse al área rival más veces en cuatro minutos que en los primeros veinte. Se pasó de un control absoluto pero ejercido mediante un ritmo lento a una superioridad que, al fin, se plasmaba en ocasiones. En esas, ante la apatía de Calvo -que en el 23′ alternó costado con Tyronne- y la ineficiencia de Figueroa, Samu Sáiz destacó, siendo el jugador que mayor movilidad aportaba y quien mejor funcionaba en los tres cuartos de campo. También alternaban Mérida y Camacho en el doble pivote.
El típico 3-6-1 ‘Guardiolista’, con pivote entre centrales; estos, abiertos, y laterales largos y profundos.Ya se vislumbraba en los minutos finales del primer acto algo que podía llegar a ser mortal para los locales: el espacio en el centro del campo, causado por el afán de ir al ataque y por la soledad en la que se encontraba Camacho en defensa cuando había que retroceder, cuando los de Rubén Baraja armaban el contragolpe. Sabía Tevenet que algo fallaba. Así pues, la segunda mitad no arrancó con los mismos protagonistas: Carlos Calvo se quedó en la caseta. Acertó Tevenet sacando al madrileño del césped, pero no en su sustituto. José Gaspar entraba para ocupar la banda izquierda. No funcionó lo de Gaspar pero no por sus cualidades, sino porque ese futbolista no era el que tocaba. Tal vez haber puesto a Luis Fernández, manteniendo el 4-2-3-1, habría sido mejor opción.
Se producía el primer cambio, pero Tevenet no corregía lo más importante: una fisura había aparecido en el centro del campo azulgrana en los últimos compases del primer acto, y el técnico sevillano no lo vio. El centro del campo de la SD Huesca no tardó en romperse. Un Huesca poco lúcido y un Elche crecido por tener el marcador a su favor provocaban que, cada vez más, Camacho tuviera que correr hacia atrás, y el cansancio de Fran Mérida también pasó factura. Con ese contexto, predije que acabaría en goleada y, desgraciadamente para mi, no me equivoqué. Es duro darse cuenta de algo que sabes que necesita un cambio para no acabar mal… y no poder hacer nada para evitarlo. Debió entrar Manolo. Faltó en esos 45 minutos finales. Como el comer.
José Gaspar sustituyó a Carlos Calvo. Tevenet acertó en quién quitar, no en quién poner.¿Por qué faltó Manolo? Hacía falta un medio centro puro, posicional; un pivote defensivo que ayudara a los centrales y que el talento -Camacho y Fran- se ocupara de jugar y de intentar lograr la remontada. Necesita la sangre llegar al cerebro en condiciones para que cualquiera pueda tomar la mejor decisión en cada momento. Tevenet ‘quemó’ a sus dos medioscentros, Camacho terminó exhausto. En el 60′ fue sustituido Samu Sáiz, el jugador que más le estaba dando al equipo. Junto al ’10’ azulgrana fue el mejor. No obstante el sevillano lo sacó del verde y entró Luis Fernández. ¿Ahora? Tarde y mal. Agotas dos cambios, en uno metes al que no tocaba y en el otro quitas al que tampoco lo hacía. Luis Fernández debió sustituir a Carlos Calvo en el descanso y, entonces, que entrara Manolo. Pues ni una ni la otra.
Paso al 4-4-2, Luis Fernández junto a Figueroa. Tevenet, esta vez, acertó en quién poner pero no en quién quitar.Se ‘apoderó’ del míster andaluz eso que hacen casi todos los entrenadores de fútbol cuando carecen del ‘saber’ y van perdiendo un partido: sacrificar a un medio para meter a un delantero. Es lo peor que se puede hacer. Tevenet lo ignoró por completo. El Huesca cada vez iba perdiendo más terreno, el Elche estiraba líneas y todavía se sentía más cómodo. En ningún momento llegó a sufrir por el marcador y, además, daba la sensación que en no mucho llegaría el segundo. Así fue. Los verdiblancos aprovecharon los errores y los espacios que el Huesca dejaba atrás. Cayó el segundo tanto y más tarde el tercero. Ya todo quedaba resuelto. David Mainz, ya recuperado de su larga lesión, debutó en el 75′ sustituyendo al canario Figueroa. Daba por realizados los tres cambios Tevenet, ya sin nada que hacer. Tyronne anotó el gol del honor para evitar así que el Huesca sea el colista.
Así acabó el Huesca, con el debut de David Mainz y con Tyronne acompañándole en punta.La SD Huesca no conoce la victoria en lo que va de campeonato. Cinco partidos acumula en los que sigue sumando buenas sensaciones, pero es evidente que algo falla. Esta vez, fue Tevenet. Los futbolistas llevaron a cabo a la perfección el planteamiento: un 4-2-3-1 de base que se convertía prácticamente en un 3-6-1 con balón, llevando la iniciativa y sometiendo a un muy buen rival como el Elche. Un enorme Juanjo Camacho apoyado en un gran Fran Mérida y con la aportación de Samu Sáiz entre líneas. El chaval es genial. Cuando el equipo funcionaba en el terreno de juego, su propio entrenador se lo cargó, con cambios incorrectos y con la ignorancia del ‘saber’. Es como cuando tienes a los mejores intérpretes y su director no está a la altura. Pues el domingo, Tevenet no lo estuvo. Lo mejor de todo es cómo juega este equipo, lo bien y bonito que lo hace. Material, hay. Tan sólo falta dirigirlo.
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Comparto opinión sobre Tevenet, resumiendolo, no sabe leer los partidos!! Tarde los cambios y mal, sin sentido.
Pero te has cascado una parrafada que en vez de análisis lo has convertido en tu propia opinión, en la que por momentos he creído (o te creías tu mismo) que tenias la tecla para levantar el partido del domingo y hacer ganar los próximos cinco partidos..
Como puedes ver, yo mismo he dicho que no me parecía correcto iniciar un análisis táctico con una opinión, pero me resultaba necesario hacerlo, y eso hice. Como analista, y especializado en ello, bajo mi punto de vista escribí lo que Tevenet debió hacer y lo que no hizo (e hizo mal). Es imposible saber si, con lo que haría yo, se hubiera ganado el partido (el azar es una variable a tener en cuenta), pero todas y cada una de las cosas que he escrito están estudiadas. Por lo que, sinceramente (y no es algo que piense yo, sino que cualquiera puede llegar a comprender), creo que si Tevenet hubiera hecho lo que digo en el análisis, el partido no habría acabado como acabó…
Suscribo lo dicho por Chorche. A todos los presentes nos gustó el planteamiento y el juego del equipo …….. pero esa falta fatídica nos devolvió a la cruda realidad. Plantilla hay, calidad hay …….. pero algo no funciona. Lo más peligroso es la dinámica en la que entramos, es pronto, tiempo hay para rectificar ……. pero las urgencias y la falta de paciencia de un sector de la afición ayudan poco a salir del pozo.
Enhorabuena por el artículo, es de los mejores análisis de un partido que he leído.
Muchísimas gracias! Saludos 😉