ZARAGOZA | El Casademont logró su primera victoria fuera de casa en Liga Endesa tras vencer por 79-86 al MoraBanc Andorra en un duelo que fue una auténtica montaña rusa, en el que ninguno de los dos conjuntos se dejó dominar por el otro. Tras una primera parte igualada, los aragoneses salieron aletargados tras el descanso y necesitaron de un buen último cuarto (16-26) para llevarse el encuentro el encuentro con total merecimiento. Así, los de Fisac ya miran de reojo una Copa del Rey para la que van ganando credenciales. Sin Dubljevic, gran parte de la “culpa” de esta victoria estuvo en el tridente Bango, González y Spissu que lograron opacar al cuadro del Principado en los últimos diez minutos.
En el conjunto local, Shannon Evans fue el jugador más valorado con 19 créditos cosechados tras 12 puntos, 5 rebotes y 5 asistencias. El máximo anotador fue Jerrick Harding con 22 puntos. En el visitante, Jilson Bango (MVP) volvió a hacer un partido excelso, logrando 23 puntos, 11 rebotes y 35 créditos. También brilló Miguel González, que firmó posiblemente su mejor partido en ACB con 18 puntos, pleno en triples (4/4) y 23 créditos.
Natxo Lezkano apostó por salir con Harding, Chougkaz, Evans, Ortega y Dos Anjos. Por su parte, Porfi Fisac sacó a Bell-Haynes, Slaughter, Yusta, Mencía y Bango como quinteto inicial.
Ambos equipos arrancaron el duelo de forma tímida. Hasta dos minutos se necesitaron para romper el hielo, pero cuando se rompió, el ritmo en la pista fue altísimo. Ambos equipos comenzaron anotando 5 puntos para cada casillero. Nadie se despegaba en el marcador y, a pesar de que Bango golpeara con dos mates, Doumbouya seguía devolviendo las tablas al luminoso de forma idéntica (11-11). En los últimos dos minutos, el Casademont logró dar un paso adelante y, con un Bell-Haynes rapidísimo penetrando el aro y un mate arrollador de Yusta tras un tapón espectacular de Bango, los de Fisac lograron una mínima ventaja ante un Natxo Lezkano que no podía hacer otra cosa que parar el choque (13-17).
Tras la pausa, Bango descansó y Sulejmanovic ocupó el papel de pívot, acompañando por Jaime Fernández en el puesto de ‘4’. El Andorra buscó el empate. Cosa que logró, porque recuperó la renta vía Kuric y Chougkaz para cerrar el primer cuarto 17-17. Los puntos estaban en la pintura, porque Casademont llevaba al finalizar los primeros diez minutos 14 de los 17 puntos bajo el aro. La otra lectura era que había que mejorar en triples (1/8).
En el segundo cuarto, toda la anotación desde detrás del 6,75 que no se tuvo en el primero, llegó. Primero fue Miguel González con un espectacular triple nada más salir, para que luego Chougkaz y Harding pusieran el duelo en 23-24. Apenas se habían visto dos triples en el primer cuarto y en este, en minuto y medio, ya se llevaban tres. Por si fuera poco, el propio base americano anotó otros dos consecutivos y un tiro de dos, empezando a ser una amenaza permanente para el Casademont y, aunque el recién renovado Sulejmanovic y Spissu limaran asperezas, el Andorra se había adelantado en el luminoso (30-29). Si se quería vencer, había que lograr parar a Harding, el máximo anotador de la Liga ACB con 20,9 de media.
Tras la pausa pedida por Fisac, el partido seguía siendo una auténtica montaña rusa. Bango y Bell-Haynes anotaban para los rojillos, pero Evans y Kuric devolvían el golpe para que nadie terminara de imponerse al otro (35-33). Las disputas en la zona de rebote estaban siendo clave y beneficiosas para un Casademont que acumulaba hasta 7 ofensivos, respecto a ninguno para el cuadro local. En los últimos compases, los de Fisac fueron de menos a más, primero anotando con Slaughter de triple y Mencía, y luego con Bango para dejar el choque en 37-40 a falta de un minuto. Yusta puso dio el último zarpazo y el partido se fue al descanso 37-42.
Un tercer cuarto desalentador
El tercer cuarto empezó de forma eléctrica con un Harding que seguía enchufadísimo y que en menos de un minuto y medio hacía cinco puntos para empatar el choque como si nada hubiera pasado (42-42). Yusta anotó sus libres, pero una pérdida de Mencía permitió a Evans hacer un triplazo que dolía como una cuchillada, unido a dos libres de Dos Anjos que volvía a obligar a Fisac a parar el encuentro ante un parcial de 10-2 que no tenia buena pinta (47-44). La sangría no paró, porque cuando no era Harding era Chougkaz el que encontraba el triple, para que así los locales se hicieran con su máxima renta en un cuarto en el que el Casademont no veía aro, siendo superado en cada acción. Al Andorra le salía todo, ante una obvia pasividad defensiva rojilla que estaba pesando mucho a los de Fisac, que detenía el partido (52-44).
El parón tuvo un efecto total. De hecho, se logró reducir la sangría en defensa y el cuadro zaragozano volvió a resurgir en ataque a base de individualidades. Slaughter fue el máximo artillero local, logrando cinco puntos importantes, uno de ellos con un triple ya automatizado con su zurda que puso, con permiso de Spissu y Sulejmanovic, el luminoso en 60-58 para salvar los muebles ante un Chougkaz que continuaba anotando, siendo un dolor de muelas. En el último minuto, González anotó sus libres para ponerse con 8 importantes puntos en 10 minutos y cerrar el tercer cuarto 63-60. Lo mejor del cuarto era el resultado, porque los locales habían llegado a estar 9 arriba.
El último cuarto empezó con las mejores sensaciones posibles para un Casademont que volvía a reiniciar prácticamente el partido vía Sulejmanovic (63-62). Tras esto, llegó una fiesta de espectaculares triples para ambos bandos, obra de Miguel González, que estaba excelso, Doumbouya y Sulejmanovic que sumaban puntos pero solamente permitían aguantar el vertiginoso pulso (67-68). Por si fuera poco, Miguel González sumó otro triple (4/4) y otra canasta junto a un Spissu en modo director de orquesta, que daban alas a un Casademont que volvía a ponerse por delante con mayor firmeza (67-73) y que veía cómo el alero vallisoletano estaba en estado de gracia, firmando posiblemente el mejor partido en toda su carrera en ACB.
En los últimos cinco minutos, el Andorra intentó recortar diferencias desde el triple. Aspecto que les salió de cara, porque vía Evans, Harding, que llevaba al momento 22 puntos, y Chougkaz recortaron distancia a un Casademont que buscaba, por contra, a un Jilson Bango que estaba impresionante, agresivo y sobretodo, acertado. El tridente Spissu, Bango y González seguía en marcha y este último se ocupó de prácticamente matar el partido a falta de un minuto para poner la diferencia en 8 puntos (76-84). Kuric lo intentó un triple, pero el de siempre, Bango, hizo un mate para finalizar el encuentro con 79-86.
Así, el Casademont logró su primera victoria a domicilio en Liga en su quinto encuentro como visitante en un partido trabajadísimo. El rebote fue clave, pero especialmente el tridente Bango, Spissu y González. El primero aportando puntos en la pintura, el segundo dirigiendo al equipo, y el último siendo una amenaza constante y segura desde detrás del 6,75. El Casademont da un paso adelante dirección a la Copa del Rey.
Ficha de partido
MORABANC ANDORRA (79): Ortega (3), Evans (12), Harding (22), Dos Anjos (2), Chougkaz (18) -quinteto inicial-, Luz (1), Olumuyiwa (-), Okoye (-), Doumbouya (7), Ganal (-), Kuric (12) y Radicevic (2).
CASADEMONT ZARAGOZA (86): Bell-Haynes (8), Slaughter (11), Yusta (6), Mencía (2), Bango (23) -quinteto inicial-, Rodríguez (-), Sulejmanovic (10), Spissu (4), González (18), Fernández (4), Moreno (-) y Muñoz (-).
PARCIALES: 17 – 17 / 20-25 / 26-18 / 16-26.
ÁRBITROS: Jordi Aliaga, Juan de Dios Oyón y Rubén Sánchez Mohedas.
ELIMINADOS: No hubo.
INCIDENCIA: Décima jornada de la Liga Endesa disputada en el Pavelló de Govern ante 3.050 espectadores.