ZARAGOZA | Una vez más la cantera lo ha vuelto a hacer. En momentos de necesidad, la Ciudad Deportiva – que atesora gran talento- salió al rescate del Real Zaragoza. Con las lesiones de Carlos Nieto y Quentin Lecoeuche, a Fran Escribá se le originó un problema difícil de atajar, pues los dos laterales izquierdos del primer equipo no estaban disponibles. Acertado en su decisión, el valenciano dejó a un lado pruebas forzadas o soluciones de emergencia y optó por subsanar el problema apostando por el recambio natural de la cantera: Andrés Borge.
Escribá no dudo en alinearle cuando el guion lo necesitaba y Borge pudo demostrar su valía. Pasó y con buena nota su debut en A Malata ante un exigente Carlos Vicente y evidenció que está preparado para competir en LALIGA Hypermotion. Desde entonces, el canterano no ha dejado de estar en la dinámica de la primera plantilla y disputar minutos con la elástica zaragocista. A pesar de la vuelta de Lecoeuche, el binefarense pasó a ser alternativa por delante de Marcos Luna para ocupar el flanco derecho en ausencia de Fran Gámez.
Su tesón, esfuerzo y acierto lo hacen más que merecedor para ser jugador de pleno derecho del primer equipo del Real Zaragoza. Una meta que llega tras una travesía llena de obstáculos y dificultades a las que ha ido sobreponiéndose una a una. Su debut en la temporada 2019/2020 en Copa del Rey hacia presagiar que su futuro más inmediato -en los próximo dos o tres años- Borge daría el salto al primer equipo o bien jugaría en Segunda División, pero la realidad no fue esa. Una larga lesión le dejó en el dique seco durante doce largos meses y no ha sido hasta cuatro cursos después cuando el canterano ha conseguido una plaza en el Real Zaragoza.
El defensor aragonés sigue cosechando grandes actuaciones y se resiste a ser una alternativa para Fran Escribá: Borge quiere ser importante. Su actuación ante la SD Eibar lo encumbraron como uno de los mejores del partido ante un rival muy incómodo de cubrir: Stoichkov. Sus diez duelos ganados -de trece-, sus tres intercepciones y sus siete entradas exitosas avalan el gran partido del ’38’ zaragocista. Lo cierto es que la irrupción de Andrés Borge es un rayo de luz, un rayo de esperanza que muestra la sonrisa del zaragocismo entre la niebla que deja en el ambiente esta mala racha.