El chaval rezuma lo que todo canterano desea: jugar en el primer equipo del club en que se forja. Anglada jugó los 90 minutos del primer amistoso de la era Ziganda en el banquillo altoaragonés. Fue contra el Osasuna Promesas. Este sábado toca conjuntarse contra el ‘hermano mayor’. Y Anglada también quiere minutos en ese partido. Lo dice con el énfasis de canterano sereno, como defensa que es. Ya jugó en la anterior pretemporada contra los navarros. No le importaría repetir. Esta tarde, antes del entrenamiento en el Pirámide, el canterano se ha puesto a disposición de la prensa para plasmar sus impresiones sobre el amistoso y sobre los objetivos que traza para la temporada,
Anglada tenía pactado con Ziganda tanto los 90 minutos de partido como que el segundo acto lo haría en el lateral derecho. Una posición nueva para el canterano, pero ya se sabe; si hay que jugar pues se juega donde diga el entrenador. Ziganda está dando aire a los canteranos. “Nos exige y nos ayuda”, desliza Anglada. Y su objetivo no es otro que el de ponerle las cosas difíciles al entrenador, trabajar y darlo todo para “rascar” minutos en la competición regular, en la Copa porque el fin último no es otro que asentarse en el primer equipo. “Es un orgullo jugar siendo de aquí”, dice firme.
Anglada ya sabe lo que es entrenar con el primer equipo. Lleva una temporada haciéndolo. Y no es el único. Kevin, Manu también se alistan con la primera plantilla y Anglada agradece esa “filosofía del Huesca” de contar con los canteranos, de que se vea que pueden llegar a ser uno más del primer equipo.
Reconoció que el partido contra el Osasuna Promesas sirvió para ver algunas cosas y para dejar otras en las que hay mucho que mejorar. Despejó con contundencia cualquier pregunta relacionada con fichajes y se aferró a aquello de que hay que trabajar con los que son.