Juan Antonio Anquela ya es historia de la SD Huesca. El técnico ha puesto esta mañana de forma oficial fin a su segunda etapa en el club azulgrana. Ha estado acompañado por el presidente Agustín Lasaosa quien le dejó la puerta abierta para que vuelva cuando quiera.
Ha modulado la voz y atornillado sus sentimientos para que no se le escapara ni una sola lágrima. A mitad de la rueda de prensa se fundió en un abrazo con el presidente, de la SD Huesca, Agustín Lasaosa, como muestra de agradecimiento a sus palabras en la despedida de su segunda etapa como entrenador del Huesca. Anquela se marcha con la seguridad de que deja un reguero de amigos. De esos a los que les puedes llamar a cualquier hora del día o de la noche y sabes que van a estar allí. Diferenció el jienense el mundo fútbol del mundo personal. Se va seguro de haber conquistado el corazón de muchos azulgranas, y la tristeza de no haber cumplido el objetivo. Anquela es así. Tiene clavada la espina de la eliminatoria contra el Getafe. “Me hubiera gustado esta tarde estar jugando el partido (la primera eliminatoria decisiva del ascenso a Primera)”, aseveró un técnico que siguió inflexible en que su discurso no ha cambiado una sola coma desde que llegó.
Anquela reconoció que “no sé” si es una decisión acertada salir del banquillo del Huesca. Argumentó su marcha en que el discurso a sus jugadores estaba agotado. “No tenía palabras ya para seguir diciéndoles cosas”, aseveró. Y es que si algo caracteriza a Anquela es la pasión que mete a este trabajo. No es por protagonismo. Es su forma de entender este deporte. Un currante nato que, indicó Lasaosa, “ha trabajado mucho en el fútbol español y se ha visto poco beneficiado”.
Sus años en el fútbol le llevan a meter siempre la perspectiva a todo. Sí, dijo, han sido muchas las personas que estos días le han pedido que se quede. Pero antes, recordó, cuando llegó y mientras enderezaba al equipo en la clasificación y los resultados no acompañaban, las opiniones no eran precisamente esas. “El fútbol es así”, sentenció. Con un trazado grueso, situó en Pamplona, contra el Osasuna en la pasada temporada el mejor momento vivido en el banquillo del Huesca. La satisfacción por la salvación, la alegría de sus chicos por la permanencia le llenó el alma; la derrota en Getafe, la dura eliminación del camino a Primera el pasado sábado, se la vació.
Lasaosa actuó como introductor de la despedida de Anquela. Y al presidente le costó unos segundos encadenar la primera frase. Fueron esos segundos donde tienes un nudo en la garganta, donde las sensaciones se te agolpan y por mucho que tengas pensado lo que vas a decir, la emoción te frena. Nunca pronunció Anquela, siempre Juan durante sus palabras. Dijo que “entiende” su decisión de dejar el banquillo del Huesca, le despidió como un “amigo y magnífico profesional” más aún que cuando hace un año y medio tomó las riendas del banquillo e incluso cuando coincidieron en el Elche y subrayó que si triunfa “estaremos orgullosos”.
Anquela recalcó que no tiene un banquillo asegurado para la próxima temporada. Aseveró que “cara a acara” no ha hablado con nadie con la misma rotundidad que su deseo es estar presente en la pretemporada con algún equipo. Y si no es así reconoció que le gustaría ver tirar al Huesca el cohete de las fiestas de san Lorenzo.
Anquela se fue con la fotografía de quienes conforman el cuerpo técnico del club y convencido que “más que enseñar, he aprendido de ellos”.
Muy bien Agustín lasaosa , ha quedado usted como un señor . Poco más se puede decir , todo es respetable y cada uno toma sus decisiones , usted como presidente del Huesca hicieron una oferta y una vez rechazada se ha hecho una despedida del mister en condiciones , yo como nadie le ha felicitado a usted yo le felicito .