El técnico de la SD Huesca consuma hoy mismo sus primeros tres meses al frente de la primera plantilla del conjunto azulgrana, durante los que ha dejado malos resultados y más dudas de las esperadas.
Anquela, en su presentación como técnico de la SD Huesca | Foto: sdhuesca.esComo si del mismo Caravaggio se tratase, Anquela no ha dejado de jugar con el claroscuro desde que llegara a la capital del Alto Aragón aquél 30 de noviembre de 2015 en sustitución de Luis García Tevenet. Mientras el milanés del barroco le dio la técnica definitiva a dicho estilo, oscureciendo las sombras y transformando el objeto en un eje de la luz, cada vez más penetrante, el jienense ha dejado patente un método poco convincente resultado de la combinación de luces y sombras que le han caracterizado en los encuentros que ha dirigido.
Mientras Caravaggio “colocó la oscuridad -las sombras- en el claroscuro”, en Anquela no se ha divisado, todavía, un rayo de luz que iluminara el sendero por el cual la idea -aún sin aparecer- se expresara en su totalidad y que los aficionados pudiésemos fijar nuestra mirada en un objetivo claro que hiciera que nos olvidáramos de las sombras que actualmente nos rodean.
Con Anquela, dos victorias y quince jornadas consecutivas encajando
El preparador andaluz cogió al equipo fuera de descenso (18º con 16 puntos) y lo metió en la zona roja tras caer en El Alcoraz frente al Mirandés en su estreno como míster azulgrana. Sin embargo, lo sacó de ahí una semana después al lograr el triunfo en Almería por 1-2 y situándolo 16º con 19 puntos. Más tarde, se empató ante el Leganés, cerrando la jornada en mismo lugar y con 20 puntos, también en Zaragoza (17º con 21 puntos), se cayó en casa ante Osasuna (18º con 21 puntos), se volvió a empatar, esta vez en Lugo (18º con 22 puntos), y se cayó de nuevo, esta vez en Vitoria ante el Alavés, regresando a los puestos de descenso (19º con 22 puntos).
El golpe de moral llegó en la victoria ante el Albacete en El Alcoraz por 3 goles a 1. Anquela conseguía, así, su segundo triunfo como técnico del Huesca y su primero en terreno oscense, poniendo fin a una racha de cinco partidos sin ganar, y se volvía a salir de los puestos de peligro (18º con 25 puntos). Sin embargo, aquello quedaría en una simple anécdota, ya que después, el conjunto oscense empató en Tenerife (17º con 26 puntos), perdió ante el Girona (17º con 26 puntos) y volvió a empatar, esta vez en el Martínez Valero de Elche (17º con 27 puntos).
Con estos resultados cosechados, Anquela ha metido al cuadro altoaragonés en descenso en dos ocasiones pero ha logrado, a su vez, sacarlo de ahí y mantenerlo fuera de peligro momentánemente. Son 14 los goles encajados por 13 los anotados con el andaluz en el banquillo (diferencia de goles -1), con un bagaje de únicamente 2 victorias, acompañadas de 5 empates y 4 derrotas, todo ello en liga.
Si de verdad existe una losa más pesada que el jienense debe soportar, esa es la de los goles encajados y la imposibilidad de dejar la portería a cero desde que el entrenador natural de Jaén dirige a los azulgranas. En todos y cada uno de los partidos al frente de este Huesca, Anquela ha visto a su guardameta recoger el balón del fondo de su portería en, al menos, una ocasión por encuentro, siendo el encuentro frente al Zaragoza en el que los azulgranas más goles han encajado (3).
La defensa de cinco lo ha marcado
Pero no solo a los números podemos atenernos. El equipo también ha demostrado un vaivén futbolístico en el terreno de juego, sin llegar a convencer y llegando a ser prácticamente desastroso. La tan comentada defensa de cinco ha puesto en el punto de mira a Juan Antonio Anquela en más de una ocasión, llegando a desestimarla en algún que otro partido. Su esquema más repetido, el 5-3-2, ha contrastado con los cambios de sistema llevados a cabo durante los encuentros en los que al conjunto azulgrana le tocaba remontar, pudiendo llegar a disputar los últimos minutos con solamente tres defensas y plagándose de atacantes.
Algunos de ellos los acabó empatando (Zaragoza, Lugo, Tenerife), comenzando siempre por detrás en el marcador, pero no siempre sonrió la suerte. Además de ese 5-3-2, también el 4-4-2 (o 4-2-3-1 en su defecto) ha sido el más utilizado cuando Anquela se ha decidido por jugar con cuatro atrás y meter a un futbolista más en el centro del campo. El venezolano Darwin Machís, como ocurrió con Tevenet, es uno de sus indiscutibles, junto a la pareja de centrales (Íñigo López y Carlos David) y la de mediocentros (Bambock y Fran Mérida). El andaluz también le ha dado oportunidades a Luis Fernández, mostrándole su confianza, y al recién llegado Arruabarrena, quien ya es titular.
Tres meses después de su llegada, Juan Antonio Anquela se enfrenta a uno de los tramos más difíciles de la campaña. Para el recuerdo queda la histórica victoria copera en El Alcoraz frente al Villarreal y la buena imagen que se ofreció en la competición del K.O. Ahora, al jienense le toca comenzar a salvar finales e impedir, al término de la temporada, que el Huesca descienda a Segunda ‘B’.
[ad name=”Anuncio para Artículos”]
El sr lasaossa no tiene dudas, pase lo que pase, y pese a quien le pese,aqui mando yo y esto es lo que hay.esta es mi empresa y mando yo.
Por suerte o por desgracia lamentablemente es asi,y no hay forma de cambiarlo legalmente de ninguna manera.