El entrenador de la Sociedad Deportiva Huesca atendió a los medios de comunicación en rueda de prensa tras la victoria in extremis del conjunto oscense ante el Real Mallorca. Sus declaraciones fueron escuetas y críticas, pese a mostrarse orgulloso del partido realizado por su equipo.
Comenzó hablado del desarrollo del partido: “La pena ha sido el gol. Hay que ayudar, no podemos dejar que se de la vuelta, tiren desde la frontal… Pero bueno, ellos me parecen un equipo muy muy bueno en todo. Los puntos son tres más. Yo no voy a hacer cuentas, ya me conocéis. Ya habéis visto lo que nos cuesta ganar un partido, esto es para seguir en la pelea, sumar y no pasar los agobios que sufrimos el año pasado. Nada de “cuentas de la lechera”. Nosotros tenemos que saber que hay que trabajar para conseguir puntos y que hoy hemos conseguido tres muy muy importantes.”
Sobre la lesión de Vadillo, que se retiró de los terrenos de juego al poco del comienzo del partido, comento: “Yo creía que era un tema muscular y no es. Se ha sentido una pequeña molestia en la rodilla y como él ha tenido cosas tremendas en la rodilla se ha asustado. Esperemos que no sea nada porque estamos justos de efectivos.”
Tras esto, explicó sus enérgicas órdenes desde la banda: “A veces confundís la intensidad con el nerviosismo. Aquí hay que estar así. No me gustaba como mi equipo estaba jugando durante la primera parte, no me gustaba que no ganábamos las segundas jugadas, que no íbamos a las disputas. Nosotros tenemos que estar al 100% todos los partidos para empatar. Para ganar se necesita la suerte que hoy hemos tenido. Yo cuando me veo desde fuera digo: ‘¡Qué hace el loco ese, está fuera de sí!’, pero es que quiero meter intensidad, quiero apretar, porque en segunda división, el que no haga eso, lo tiene difícil. Si nosotros no lo hiciéramos lo tendríamos más complicado todavía.”
“Aquí no negociamos con la entrega”
Sobre el gol de Alexánder González y su actuación ofensiva, el jienense opinó: “Todos los equipos tienen un goleador, que mete 14 o 15 goles. Nosotros tenemos 5 o 6 futbolistas con 5 o 6 golitos. Eso en un equipo es muy importante. Hoy ha metido Alexánder, y a ver si cuando venga de la selección viene enchufado porque aquí lo único que se pide y con lo que no se negocia es la entrega. Lo demás, la suerte, el acierto, todo se perdona. Pero la entrega no. Si no corremos y no peleamos, luego no jugamos bien al fútbol. Pero nosotros jugamos muy bien al fútbol. Hoy hemos hecho un segundo gol que es para verlo: un centro perfecto, una llegada al segundo palo… Pero es que antes hemos tenido una que Cabrero ha hecho una parada tremenda con el pie. También te puedo decir que nunca he visto el partido cerrado porque he visto un rival muy bueno. Solo puedo felicitar al Mallorca porque me ha parecido un equipo tremendo en todas las facetas. Y cada cambio que hacían sacaban a uno mejor y eso lo único que hace es valorar más nuestra victoria.”
“La gente va al fútbol a divertirse, a sentirse orgullosa de su equipo y a soñar”
Tras esto, tuvo unas palabras en las que explicó su punto de vista personal sobre el ‘playoff’: “El fútbol es un espectáculo. La gente va al fútbol a divertirse, a sentirse orgullosa de su equipo y a soñar. Yo no les voy a pedir que no sueñen; yo desde luego no voy a soñar, porque sino luego me despierto y digo ‘madre mía dónde estoy’. Tranquilidad y buenos alimentos, que el año pasado sufrimos como condenados. Y a mí no se me olvidan las cosas en le fútbol. Yo en el fútbol no tengo experiencia de nada, pero vivencias todas las que quieras. Y me las aplico. Es mi manera de entender este juego.”
Expulsión de Kilian
Finalizó su compadecencia con unas palabras sobre la expulsión del Kilian: “Ha sido un malentendido que le va a costar caro. Le ha sacado una tarjeta amarilla, y le han dicho que le enseñe el número. Lógicamente, la camiseta de debajo no la tiene puesta. Le ha enseñado con el pantalón el 26 y el árbitro le ha sacado la segunda porque decía que no le quería enseñar el número. Son cosas que pasan, no hay más.”
Vaya tela lo de la expulsión, el arbi bastante malo era por cierto, pero bueno este año en general el nivel está siendo mas alto en arbitrajes.
Sí, no es habitual que pase esto, la verdad. Pero yo lo miraría desde otro punto de vista: no sé qué hizo o dijo Kilian, porque no lo vi, pero hemos de aprender a contenernos algo con los rebotes que cojamos y antes que nada a no hacerlo a la vista del árbitro, sin grandes aspavientos o reclamaciones. Porque una cosa es el “cabreo” del momento y otra persistir, peor si es de manera exagerada o demasiado llamativa.
Cuando un árbitro toma una decisión de pitar o no pitar algo, de mostrar una tarjeta normalmente no hay vuelta atrás. Bien está en hacerle alguna insinuación o apreciación (y según a quién, no todos lo permiten, hay que estar al caso) para que noten que estamos metidos en el partido, que no nos dejamos pasar por encima (si fuera el caso, exagerando un poco). Pero las malas palabras o gestos, reincidir y no saber contenerse nos llevan seguro a la amonestación.
Me gustó ayer, en este sentido, Borja. En varias ocasiones le vi actuar así. Inteligente por su parte, sí señor.
Una vez que ha tomado su decisión, pues a callar. O al menos a darse la vuelta, irse para otro lado y renegar en voz baja si no podemos aguantarnos, pero alejarse del “fuego”.
En la primera parte hay que reconocer que al árbitro se le complicó muchísimo la tarea, estaba ansioso y deseaba llegar al descanso para templar ánimos, porque los ánimos de muchos jugadores por ambas partes estaban caldeados. Y es muy difícil arbitrar y acertar en jugadas concretas, donde dos jugadores se van tocando-empujando… a velocidad de vértigo. Bastantes dudas se les crea en su fuero interno para decidir una cosa y otra (en ocasiones, en otras lo tienen claro a la primera) para que te venga alguien a cada instante diciéndote lo que has de hacer o dejar de hacer.
Hay que ser listos, como en todo. Y no caer en la trampa.
Totalmente de acuerdo. Y a veces, los árbitros también es verdad que cuando ven algún jugador más joven hacer algo punible, se crecen y son con ellos con quien pagan los platos rotos de alguna otra decisión anterior que se han quedado con las ganas de amonestar alguno con más tablas.