Bajo el ritmo copero la SD Huesca por fin se encontró en esta nueva temporada con una victoria que no llegó hasta que la calidad de Melero logró sumar gracias a la imprescindible presencia de Samu.
Un once renovado, algo esperado, fue el que puso Anquela en el verde del Alcoraz y un nombre debía resaltar por encima de los demás, el de Álvaro Vadillo. Y tras su primera puesta en escena, me quedo con su especialísima zancada con balón, a pesar de que el contexto no ayudara a que ésta se sobrepusiera a los demás. Tampoco apoyó que Melero fuese mediapunta en un Huesca que no jugó el balón en prácticamente todo el encuentro.
El ex de la ‘Ponfe’ se pierde en la mediapunta si ha de actuar en un conjunto que no tiene ni mediocentro ni centrocampista, porque tanto Bambock como Jesús Valentín no son ni una cosa ni la otra. Un centro del campo plano, de rodaje y poco compenetrado. Suplente; que no debería volver a repetirse. Valentín “hizo de Aguilera” cuando no tiene el recorrido al trote que necesita un mediocentro para impedir pases del rival y ser capaz de jugar, algo que el Huesca, ayer, no pretendió.
Y no lo quiso porque lo que de verdad importa es la visita del Córdoba. Que no por eso hay que tirar la Copa, pero que sin Aguilera (desconvocado) y Samu (suplente) este Huesca no sabe, nada. Solamente excitó la tremenda agilidad de Vadillo, por la que me vino Neymar a la mente, y no exagero. Este Huesca volará si el andaluz parte con Samuel y Alexander se ocupa del lateral derecho; cuidado con eso. También me quedo con un Jair cuyas actuaciones crecen a pasos agigantados. Qué locura de central.
Aunque, si algo ha de trabajar el conjunto azulgrana son las acciones a balón parado, tanto las defensivas como las ofensivas, esas situaciones que te dan y te quitan puntos, muchos puntos. Frente al Girona, en ataque no se precisaron los centros y, en defensa, un pequeño desastre. Primero, a la hora de marcar en los saques de esquina y, después, ofreciendo al rival situaciones de dos para uno en los mismos. Lo que nos dejó la primera mitad fue el duelo Coris – Brežančić, muy bien solventado por el lateral bosnio.
Anquela retiró a Vadillo en el 65′ por Ferreiro. Posición por posición, dar descanso a quien hay que “darle cariño”, según el técnico jienense, y revolucionar el partido con el gallego. Samu sustituyó a Kilian en el 76′ y ahí Melero (sustituido por Camacho en el 90′) se encontró tras haber desaparecido en el segundo tramo del primer tiempo. El nervio de Ferreiro y Samu, a secas, explotaron al ‘8’ azulgrana y los tres tejieron una victoria que sabe bien.