Muchos jugadores importantes en aquellos años dorados cuando Peñas Huesca estuvo en ACB durante 12 maravillosas temporadas ocuparán las líneas de esta sección, pero hay hombres que guardamos en la memoria aunque solo estuvieran una temporada en Huesca, con sus carreras deportivas ya avanzadas, pero con partidos para el recuerdo que permitieron a Huesca seguir en la élite del baloncesto, hablamos de Larry Gibson.
Larry Gibson (14/01/1956), ala-pivot americano de 2,05m de altura nacido en Baltimore, dentro del estado de Maryland, universidad donde empezó a forjar su carrera baloncestística, y donde es considerado uno de los 25 jugadores más importantes que han pasado por ahí, liderando en 3 temporadas consecutivas los rebotes y tapones de su equipo, además de en ataque ser toda una amenaza. Larry Gibson llegó a Huesca en la temporada 1985/1986, después de que el equipo oscense lograra el ascenso a ACB tras haber descendido en su primera participación en la máxima competición española, pasando solamente 1 año en primera B, y lo hacía tras haber jugado anteriormente en Estudiantes antes de que la ACB se creara, en su primer año tras la universidad a pesar de haber sido seleccionado en tercera ronda del draft de la NBA por Milwaukee Bucks, para luego jugar en Italia donde hizo una carrera de 3 temporadas en el Dorado de Roma, el Latertini de Roma y el Rapident Livorno, siempre con más de 20 puntos por partido, y anteriormente a Huesca disputar la liga holandesa, la cual ganó con el Nashua Den Bosch.
Larry Gibson fue el único americano que aguantó toda la temporada en el entonces Magia Huesca, que intentó desde el inicio realizar un equipo que no pasara apuros, consiguiendo como pareja americana a James Ray, quien era el americano que jugaba ACB con la posición más alta del draft de la NBA hasta la fecha, número 5 en 1980, superando a Jeff Ruland y el conocido Brian Jackson, lo que levantó la sorpresa de los medios españoles. No obstante James Ray, debido a las lesiones y malos resultados, balance de 3-11 al acabar la primera fase, fue cortado y sustituido por un conocido Ben McDonald, que no acabó de cuajar estando apenas 7 partidos y recordado por un triple ganador contra el Licor 43 en su primer encuentro, para dar ya con Wallace Bryant y formar así una temible pareja interior recordada en Huesca, jugando incluso un triple poste, con Larry Gibson más abierto dado que tenía buen lanzamiento de media distancia, junto a Joan Pages, que había sido pieza fundamental del ascenso al lado de Alberto Alocén, en un Peñas Huesca que también se había reforzado con los nacionales Paco Velasco y Charly López Rodríguez como hombres más importantes a las órdenes de Jaime Ventura.
Con el equipo más cohesionado y ya en la segunda fase, se consiguió un mejor balance de 6 victorias y 8 derrotas, pero insuficiente dado que se quedó a solo 1 victoria de evitar el temido playoff de descenso donde de los 4 equipos que lo disputaban tan solo se salvaría 1. El emparejamiento con Licor 43 se saldó con victoria 2-1, mientras Cajamadrid hacía lo propio en casa del Claret Las Palmas, enfrentando de esta forma a ambos en la eliminatoria final, donde cada equipo lograba la victoria en su casa en los dos primeros partidos, y gracias al factor campo y a un último partido espectacular en Huesca, el equipo oscense lograba salvar la categoría con Larry Gibson como héroe y un 2-1 a favor de los altoaragoneses.
Estadísticas y su mejor partido en Huesca
Durante la temporada de Larry Gibson en Huesca, firmó unos espectaculares números de 20,4 puntos, 9,7 rebotes y 1 tapón para una valoración de 21,8 por partido, con unos extraordinarios porcentajes en el lanzamiento de 2 puntos del 62% y no tan buenos desde el tiro libre con un 69%, además de un 2/5 en triples durante la temporada, sin prodigarse mucho desde larga distancia pero amenazando desde la misma sobretodo en los playoffs de permanencia.
Su mejor partido llegó en el mejor momento, en el último partido contra Cajamadrid en el playoff de descenso, donde dió la salvación a Peñas Huesca gracias a un partidazo con 35 puntos, 11 rebotes y 5 tapones con un 68% de acierto en tiro de 2 y un 100% desde el libre para 41 de valoración, todo un vendabal imparable sobre la pista.
Un partido para el recuerdo
23 de abril de 1986, San Jorge, último partido de la temporada, todo o nada, con un pabellón de Huesca a reventar, tercer partido del playoff de descenso contra Cajamadrid, que venía de haber ganado un tercer partido en la ronda anterior fuera de casa, y donde había jugadores como el veterano José Manuel Beirán o el jovencísimo ex seleccionador español Juan Antonio Orenga, además del americano Craig Dykema, el croata Andro Knego o el destacado base nacional Fede Ramiro.
Todo parecía favorable a Peñas Huesca, que dominaba en el marcador comenzada la segunda parte por 40-32, momento en el que subieron los decibelios y la temperatura en el pabellón, con lanzamiento de objetos incluidos, dado que Juan Antonio Orenga provocaba a Wallace Bryant que respondía con un empujón por el que se señalaba una descalificante que dejaba al entonces Magia Huesca sin uno de sus dos hombres referencia. Esta acción, más que debilitar al equipo, espoleó al mismo con los ánimos del público que sacaron lo mejor de un Larry Gibson que dió una uténtica exhibición con los números ya nombrados anteriormente que le convirtieron en leyenda en lo que sería su mejor partido con Peñas Huesca a la vez que su último partido con la camiseta verdiblanca.
Este partido fue un antes y un después en el baloncesto oscense, el club se iba a mantener por primera vez durante dos años consecutivos al menos en ACB, y el público sentía que su presión podía transmitirla a la pista, tanto a árbitros como a rivales, cierto es que en ocasiones de forma desmesurada, pero desde luego un ambiente que todo aquel que ha pisado en ACB el parqué del viejo pabellón oscense recuerda, una pista donde han caído hasta los clubs más grandes.
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Larry Gibson en la actualidad
Después de jugar en Huesca, su buena temporada le hizo fichar por el Maccabi Ramat Gan de Israel, donde cuajó un gran año con más de 25 puntos por partido, para volver a España al Obradoiro gallego antes de acabar la temporada, aunque a una división inferior, para posteriormente en la misma división firmar por Andorra en lo que ya era su declive baloncestístico desconociendo que fue de él tras dicha temporada hasta el fatídico año 2004.
En la noche de Halloween de 2004, la desgracia se unió a Larry Gibson, con un accidente de tráfico cuando el coche que conducía se chocó contra un árbol, el mismo día que había pedido matrimonio a su actual esposa, Delores Hicks, que le acompañaba en el coche en ese momento, pero ella no sufrió daños, ocurriéndole lo contario a nuestro protagonista que no se ha recuperado de los mismos. Larry Gibson se fracturó 5 costillas, y estuvo inconsciente y entubado durante unos largos días. Al despertar solamente podía mover los ojos, algo que se alargó durante 3 eternas semanas, y poco a poco fue respondiendo a más estímulos, consiguiendo de esta forma una esperanza que todavía está incompleta. Actualmente Larry Gibson puede mover su cuerpo, pero sufre una enfermedad llamada abulia, un mal psicológico que le hace no tener ganas de nada, al igual que una gran falta de voluntad, que tiene que se tratada con antidepresivos para que no se hunda más, lo que le provoca hablar de forma lenta además de no valerse por si mismo, aunque según los médicos el amor de su mujer y sus recuerdos del baloncesto son los que le siguen salvando la vida.
Increíble lo que es la vida…
Me encanta esta sección,gracias!