Este martes comienza La Vuelta de la nueva normalidad en la localidad guipuzcoana de Irún. Lo hace en una edición especial recortada en tres etapas por lo que ya todos sabemos. Pero lo hace, que es lo importante. En Irún habrá doble presencia aragonesa con Jorge Arcas con el azul de Movistar y Fernando Barceló con el rojo y blanco de Cofidis. Estarán en la salida y a los pocos días, si no hay ningún contratiempo, llegarán a las carreteras aragonesas. Tres etapas tendrán la culpa.
Para Jorge Arcas (Sabiñánigo, 1992): “La Vuelta era el principal objetivo de la temporada, más cuando se vio que iba a pasar por Aragón y más concretamente por Sabiñánigo, algo que me hacía especial ilusión”. El ciclista de Movistar sabe que es una Vuelta distinta por las fechas “pero llego muy motivado, como todo el equipo, aunque nunca he competido a este nivel en estas fechas”, asegura el serrablés. Habrá que ver como responde el cuerpo nos comenta, algo para lo que ha trabajado duro. Luego está el tiempo, del cual espera que “les respete lo máximo posible”.
Sobre llegar a su casa con La Vuelta y su Movistar, Arcas comenta que “es como cumplir un sueño que tenía de pequeño”. También especial será la siguiente etapa con salida en la cercana Biescas, lo que supondrá al igual que el día anterior “competir con Movistar por las carreteras que habitualmente entreno. Será una etapa dura pero bonita donde espero que el tiempo nos respete”.
Fernando Barceló
El otro representante aragonés será Fernando Barceló (Huesca, 1996). Como Jorge, “que La Vuelta llegue a Aragón es especial y un aliciente para mi”. Analizando las etapas, la que menos conoce es la que termina en Ejea aunque “esa zona si hay cierzo puede ser una etapa complicada y dura que si se va rápido se sufre mucho”. De ahí pasamos a la etapa que sale de Huesca, su ciudad, “algo muy especial salir de casa”.
Respecto a la etapa que les llevará hasta Sabiñánigo “tiene dos partes diferenciadas, la primera hasta iniciar la montaña bastante sencilla, luego se complica mucho a partir del Cañón de Añisclo”. Para el oscense los últimos 80 kilómetros “son duros, con carretera revirada, muchos cambios de desnivel y los descensos complicados por toda la zona del Puerto de Fanlo”. Después, comenta Fernando, “la carretera mejora pero seguramente sea una etapa en la que llegue un grupo reducido por ser un final complicado de controlar”. Para el final queda la etapa Biescas-Tourmalet. “Esa es dura, muy dura, y lo será más por el tiempo” dice Fernando, para continuar dicendo que “Portalet y Aubisque son puertos largos, con descensos muy fríos a tener en cuenta, el músculo frío ni responde igual ni recupera igual”.
Sobre su papel con Cofidis no puede adelantar mucho ya que “estamos a la espera de reunirnos para ver como llegue Guillaume Martin, nuestro líder”. Del francés dependerá un tanto la libertad que pueda disfrutar Fernando. Si va a por la general menos que si se plantean sólo etapas. A esto hay que añadir el positivo, y por lo tanto ausencia, de Jesús Herrada, uno de los principales puntales del equipo, algo que asciende en el escalafón del equipo al oscense. De momento “las sensaciones entrenando son buenas”.