Las minas de cobre de Casas de Esper, una pedanía del municipio cincovillés de Ardisa, fueron motor económico de la zona durante años. Hoy, totalmente en desuso, se han convertido en un atractivo turístico y, por ello, el ayuntamiento de la localidad procedió a comienzos del 2019 a la señalización de una ruta que conduce hasta ellas: la Ruta de las Minas de Cobre.
Se trata de un recorrido sin dificultad para realizar estrictamente a pie de unos 20-30 minutos de duración. Arranca desde Casas de Esper para conducir a los senderistas hasta la boca de la antigua mina. Para ello, y gracias a una subvención de la Diputación Provincial de Zaragoza (DPZ), se tuvo que acondicionar el camino y señalizarlo.
Durante el trayecto, se han colocado paneles que explican el tipo de flora y fauna que se puede contemplar. Por ejemplo, es propio de este entorno el pino carrasco, el romero, el enebro de la Miera, las aliagas y el coscojar. Igualmente, entre la fauna se pueden ver especies como el jabalí, la perdiz roja, el zorro, el corzo y los buitres. En los paneles explicativos aparecen las huellas que dejan marcadas estos animales en el suelo para poder buscarlas en el suelo.
Una vez en la boca de la mina se puede leer la historia de esta en un cartel explicativo. Se especifica que muchos de los vecinos del municipio trabajaban en ella. También que las extracciones se depositaban en el exterior, porque en las minas de Casas de Esper nunca se construyó un cargadero. Los camiones accedían y se llenaban directamente a pie de mina, pasando a través de un puente de un solo ojo. Este se cayó años después de cerrarse la mina debido a una riada.
Respeto con los minerales
Entre los materiales que se extraían estaban la malaquita (de tono verdoso) y la azurita (azulado). Se pide que quien encuentre este tipo de material no se lo lleve a casa, “ya que forman parte del patrimonio minero y de la historia de Casas de Esper”, señala el alcalde de Ardisa, Jesús Torralba. La recuperación de este elemento es “un recurso turístico que nos ayuda a dar a conocer parte del patrimonio local y a recuperar una parte de nuestra historia que había caído en el olvido”, dice el alcalde ardisano. Así, gracias a esta iniciativa “se da a conocer un elemento casi desconocido, tanto para los vecinos, como para los habitantes de otros municipios cercanos y los turistas”, precisa el primer edil. No obstante, desde el consistorio recuerdan “que no es posible acceder al interior de la mina, dado el peligro que entraña. Hay un cartel de aviso en la boca que así lo indica”, concluye Jesús Torralba.
En esta línea de poner en valor el territorio, es descubrir el río Gállego, ya que en la localidad existe un embarcadero, el único que hay en la Comarca de las Cinco
Villas. Y así, este sábado, 17 de agosto, tendrá lugar allí una de las actividades acuáticas más divertidas de la temporada estival en la comarca: el descenso del Gállego.