El Huesca Magia se mide este viernes (21.00) con el potente Unión financiera Oviedo. Guillermo Arenas tiene la duda de Simovic que tan solo ha podido tener una sesión de entrenamientos debido a problemas físicos.
El segundo puesto en la LEB Oro en el que en estos momentos se ancla el Oviedo deja claro que el rival de este viernes del Magia Huesca no es nada fácil. El equipo asturiano tiene un quinteto poderoso y un fondo de armario donde hay jugadores que pueden ser tan buenos como los que están sobre la pista. Por fortuna esto es deporte. Nada hay escrito con antelación. Cuarenta minutos después ya se verá, pero antes hay que lanzar la bola al aire y pelear todas las posesiones.
Magia Huesca llega al partido con un objetivo por decantación: ganar. Una victoria que servirá para borrar la imagen del baloncesto que ofreció la última vez que estuvo en el Palacio contra Breogán. Eso sí, el triunfo en la pista vitoriana del Araberri ayuda a ganar la confianza de la parroquia local que quiere ver ganar a su equipo en su pista y ante uno de los grandes.
Guillermo Arenas no esconde que va a ser un partido especial para él. Diez años pasó el hoy preparador del Peñas en el club asturiano. Y esto siempre tira. En la rueda de prensa de esta mañana no ahondó en el sentimiento. Lo hizo más en la necesidad de ganar. El equipo tiene que firmar victorias para salir del pozo del descenso. Sobre todo, cuando otros equipos del furgón de cola han rearmado sus vestuarios y presionan con sus victorias.
Respecto a Oviedo, su receta es la de competir los 40 minutos del partido ante un equipo que tiene a dos jugadores por puesto y a veces es difícil discernir quién es el mejor, porque “quien entra puede hacerlo mejor que quien sale”. Y para salir de la penúltima plaza que ocupa el Magia Huesca en esta LEB Oro tiene claro que la clave va a ser ganar los enfrentamientos directos con los equipos que se encuentran en posiciones similares.
Para el partido de este viernes, la única duda es Simovic que llegará con un entrenamiento por problemas físicos. El resto, en perfectas condiciones hasta el momento.