De correr junto a un balón de fútbol a dedicarse al mundo de las finanzas. Así de drástico ha sido el cambio en la vida de Javier Arizmendi, exjugador del Real Zaragoza. Formado en la cantera del Atlético de Madrid, el delantero llegó al club aragonés en el verano de 2008 con la urgencia de devolverle a la Primera División. Y lo consiguió, siendo una de las piezas más importantes gracias a sus goles y a su trabajo. La siguiente temporada, ya con el club en Primera, alcanzó la salvación y tuvo una salida algo complicada. Valencia, Getafe, Deportivo de la Coruña, Mallorca e incluso el Neuchâtel suizo también fueron clubes en los que Arizmendi dejó huella. Una huella futbolística que nada tiene que ver con su trabajo actual.
¿Qué fue de Javier Arizmendi? ¿A qué se dedica hoy en día?
Llevo trabajando dos años y medio en una empresa que se dedica al asesoramiento financiero y la gestión de patrimonios.
De futbolista a gestor financiero. Es un cambio muy drástico, ¿no? No suele ser común que jugadores de fútbol acaben en ocupaciones tan diferentes.
Bueno, siempre me ha interesado el mundo de las finanzas. Dentro de mi nicho y mi bagaje como profesional, consideraba que el futbolista puede necesitar de un servicio sin intereses en el que pueda planificar su futuro financiero porque su ciclo de ingresos es muy atípico. Esto es lo que hago a día de hoy, siempre me ha llamado la atención e intento hacerlo lo mejor posible.
¿Fue algo que pensaste durante tu carrera como futbolista o viste la oportunidad una vez te retiraste?
Yo me fui dando cuenta de que era algo que quizá el jugador demandaba y me fui formando para ello mientras era futbolista. Primero con una carrera universitaria y luego con un máster. Y ya los últimos años sí que le di un impulso mayor a mi formación para una vez dejara el fútbol poder introducirme en esta nueva industria.
“Fue muy meritorio ascender ese año, sobre todo por la exigencia que teníamos ”
Centrándonos un poco en tu etapa como jugador del Real Zaragoza, estuviste solo dos temporadas, pero fueron dos campañas bastante especiales. En la primera (2008-2009) conseguiste el ascenso, y en la segunda (2009-2010) la permanencia. Comenzando por tu primer año, ¿qué se siente al llevar a un equipo a la primera división?
Fue una gran experiencia. Es uno de los años que siempre guardaré en mi memoria. Era un equipo diseñado para el ascenso, la exigencia era máxima, no se concebía otra cosa que no fuera subir. Y que haya un objetivo tan ambicioso con la dificultad que tiene la 2º división y que se consiguiera al año siguiente de descender creo que fue muy meritorio y que pocos equipos lo consiguen. Luego a todos los niveles, mi época en el Zaragoza la guardo con mucho cariño, tengo muchos amigos allí y voy cuando puedo. Es una etapa de mi vida que guardare con mucho cariño.
¿Cuál crees que fueron las claves para realizar el ascenso? ¿La buena plantilla? ¿El buen trabajo del actual entrenador del Valencia, Marcelino García Toral?
Creo que se mezcló un poco todo. Tácticamente éramos un equipo muy bien trabajado, porque Marcelino trabaja sus equipos al detalle. Además, cogimos una dinámica muy positiva en la segunda vuelta, todos sabíamos cuál era nuestro papel dentro del terreno de juego, el entrenador leía muy bien los partidos… Bueno, se juntó el cóctel necesario para tener éxito. Y en base al trabajo de todos lo conseguimos.
Y tú segunda temporada fue algo más complicada, pero al final pudisteis conseguir el objetivo de la salvación.
Si, también se consiguió el objetivo. Y satisfecho. Fue un año de muchos cambios, un poco convulso. Pero dejamos al club en primera después de una primera vuelta muy complicada. Pero bueno, más allá de los resultados me quedo con el cariño que le guardo a Zaragoza, los buenos amigos que dejé y la experiencia vivida más allá de los resultados.
“Zapater es un apasionado de lo que hace”
Coincidiste con Alberto Zapater, el capitán del Real Zaragoza a día de hoy. ¿Qué recuerdo tienes de él tanto a nivel personal como a nivel futbolístico?
Magnífico. Alberto es un 10 como persona y como jugador, es un tío implicadísimo, que respira fútbol. Sigo manteniendo relación con él. Es un apasionado de lo que hace, que al final una de las cosas más importantes en la vida, tener pasión por lo que haces. Si tienes pasión por lo que haces, eres bueno en eso.
Hablábamos anteriormente de que no estas siguiendo mucho al Real Zaragoza, pero que siempre que puedes le echas un ojo. ¿Qué crees que le puede estar faltando al equipo para llevar tantos años anclado en segunda división?
Al final en el futbol siempre nos enfocamos en los resultados. Y estamos orientados a conseguir victorias y a ascender. Y dejamos de lado cosas que cuando uno se retira y ve con perspectiva son muy importantes. A mí me parece fundamental que haya jugadores de la cantera que estén jugando en el club. Después de una época en la que llegábamos muchísimos jugadores de fuera, ahora el club ha conseguido formar una estructura en la que puede tener garantías de poner jugadores de la cantera en el primer equipo. Luego ya que el Zaragoza tarde 2, 3 o 5 años más en subir, pues bueno… no todo en el futbol es el resultado. Está claro que a nivel económico lo que mandan son los resultados. Pero yo me quedaría con cosas positivas como esa. Tarde o temprano el club volverá al lugar que se merece. Y muchas veces pasar por una travesía en el desierto como es la del club aragonés en segunda quizá sirva para buscar dentro de la cantera gente que este capacitada para jugar con la camiseta del Real Zaragoza.
“El trato personal de la directiva no fue nada bueno”
Tuviste una salida algo complicada del Real Zaragoza. Hubo problemas con la directiva, la cual tenía a Agapito Iglesias como máximo dirigente del club, se te dejó a deber una cantidad importante de tu salario. ¿Una vez fuera del equipo, hubo algún capítulo más en esta historia o simplemente se quedó ahí?
No, no hubo nada. El club pasó por lo que pasó y yo al igual que otros compañeros y otros acreedores me vi perjudicado. Durante esos años no existía el control financiero que tenemos en la actualidad. Creo que el fútbol ha avanzado mucho en eso. Y ahora cuando un jugador firma con un club, posee muchas más garantías de que se va a cumplir con el contrato que se firma, que es lo normal. En ese momento no fue así. Y puedo entender que eso ocurra, hay muchas empresas que acaban en ley concursal. Pero lo que sí que duele es la reacción en ese momento. No venir y decirte “Oye mira, pasa esto”. El no exponer que ocurría y jugar a no decir las cosas por su nombre. El trato a nivel personal no fue nada correcto. Yo no me habría comportado así y procuro no hacerlo en mi vida diaria.
¿En algún momento has pensado que te retiraste del fútbol demasiado pronto?
No, no soy de lamentarme por las decisiones tomadas, yo tenía claro que quería dar un giro en mi vida. Estoy muy agradecido al fútbol, pero yo notaba dentro de mí que el momento de cambiar era el adecuado, no me costó nada adaptarme a la nueva vida y creo ahora disfruto mucho con lo que hago.
Ya por último quería cerrar con una curiosidad que has comentado en tu ponencia en el World Football Summit, y es que no te parece adecuado el VAR en la Liga.
Bueno me he tirado un poco a la piscina con lo del VAR porque no tenía mucho que ver con lo que estaba hablando (risas). No sé me ha salido de dentro. Quizá soy un nostálgico en el mundo del fútbol. Incluso en la vida. Tanto avance tecnológico que parece que si no estás a la última no estas. Bueno, yo soy más de lo tradicional. Y creo que en una Copa del Mundo tiene sentido porque uno puede ser campeón por un detalle como un penalti o un fuera de juego, y ahí la tecnología puede ayudar. Pero creo que en la Liga Santander o en la Liga123, en una liga con 38 o 42 partidos, competiciones tan largas, lo que te dan los árbitros por un lado te lo quitan por otro. Creo que los árbitros son muy profesionales y que el error humano es algo lógico en el futbol. Yo lo habría dejado como esta porque el que gana la liga es porque lo ha merecido y el que baja a segunda porque también lo merece así. Esa es mi visión.