Isaiah Johnson es un base americano muy fuerte de 1’83m de altura nacido en Brooklyn, cuna del baloncesto, un 23 de octubre de 1993, que recala en Levitec Huesca tras un increible año en el Terceira Basket de la primera división portuguesa, donde ha sido un jugador destacado, con 2 MVP de la semana, uno de ellos con el mayor registro de toda la temporada en la liga, y el MVP del AllStar o partido de las estrellas al que fue convocado.
Por si eso fuera poco, sus números en tierras lusas han sido espectaculares, convirtiéndose en el 9º mejor anotador con 17 puntos por partido, 4º mejor asistente con 5’5 asistencias por partido, y mejor ladrón con con 2’6 balones robados por noche, a los que hay que sumar 5 rebotes, una cantidad nada despreciable para un base de su altura, unos números que desde luego han llamado la atención de Levitec Huesca.
En su etapa universitaria en NCAA II -universidad de Young Harris– donde estuvo 2 años después de otros tantos en Niagara County GG, en la categoría JUCO -por debajo de las dos divisiones de NCAA-, se destapó como un gran anotador, haciendo incluso el record anotador en un partido en la historia de su universiad con 40 puntos, siendo el mejor curso el último de ellos, aunque en el primer año sería nominado como mejor novato, con unas medias en su segunda campaña de 17’4 puntos además de 3’6 asistencias, 5’1 rebotes y 3’2 robos de balón, segunda mejor marca media de robos del año de toda la NCAA II, lo que le sirvió para estar nominado como mejor defensor del año en su división además de entrar en el mejor quinteto de la misma y en el segundo quinteto de su distrito, unas actuaciones que no obstante no le sirvieron para dar el salto al profesionalismo al principio del curso 2015/2016, teniendo que esperar hasta enero de 2016 para fichar por un CB Valls que se encontraba en una 12ª posición, y que vio muy mejorada con la llegada de Isaiah Johnson para acabar en el 4º puesto de su grupo de primera nacional, convirtiéndose a su vez en el mejor jugador de la liga acabando con unos números, en sus 17 partidos disputados, de 15 puntos, 6’4 rebotes, 3 asistencias y 5 robos de balón por noche.
A pesar dejar entrever su buen baloncesto y que una categoría como la primera nacional se le quedaba muy pequeña, no logró encontrar acomodo para la campaña 2016/2017, jugando diversas ligas privadas que organizan los agentes por todo el mundo, destacando un tour por México. Unas competiciones que ayudan a los jugadores a mostrarse, mantener su tono y mejorar sus condiciones, momento que también aprovecharía el jugador para cambiar de agencia de representación viendo que la actual no conseguía los deseos del nuevo jugador de la entidad oscense.
A partir de entonces lo ya conocido, fichaje por el Terceira Basket de primera división portuguesa, donde se convertiría en un icono del club recien ascendido a primera categoría, con el que conseguiría el objetivo de la permanencia.
Con Isaiah Johnson Levitec Huesca gana un jugador que se define como apasionado, que pone el corazón en todo lo que hace, tratando ser mejor jugador y persona, un director de juego que ante todo es trabajador, y que la mejora en el mundo del baloncesto es su premisa buscando crecer año a año, con una ética de trabajo y dedicación diaria, gracias a la cual no se pone metas en su futuro baloncestístico, con las miras muy altas, confiando mucho en si mismo, siendo además un hombre ganador.
Fanático de Lebron James y religioso, hasta los 15 años se dedicaba también a la práctica del fútbol americano, otro deporte que le gustaba, sobre todo por el contacto y el físico que se necesita, no obstante a partir de esa edad se dedicaría solamente al baloncesto como mayor preferencia.
Su juego ofensivo
Eléctrico es la palabra que mejor define a Isaiah Johnson gracias a su gran 1×1, con enorme capacidad de desborde, siendo un jugador muy vertical con un interesante primer paso con el que supera a sus rivales, además del bote, una característica que domina a la perfección con ambas manos, llamando la atención su uso de la izquierda a pesar de ser diestro, lo que hace en ocasiones dudar de su mano dominante hasta el momento que lo ves lanzar.
Su verticalidad, unida a su valentía, le permite conseguir canastas cerca del aro con poderosas penetraciones, una acción que acostumbra a repetir sacando también en muchas ocasiones faltas al utilizar a la perfección su cuerpo cuando ataca a sus rivales, obteniendo así tiros libres donde su acierto suele rondar el 70%.
En cuanto al tiro, su preferencia no es el triple, aunque también lanza desde esa posición, haciéndolo mejor en estático que con un rival encima, variando mucho su porcentaje de acierto de una a otra forma. No obstante, en su último año en Portugal, con defensas férreas al ser el líder del equipo, su acierto desde más allá de los 6,75m estuvo en 32%, aunque en la universidad uno de sus años acabó con un 40%. En cambio, a media distancia y en suspensión, su acierto aumenta, utilizando también este recurso bastante, siendo capaz de crearse sus propios tiros.
Como director tiene una buena visión de juego, que proporciona muchas asistencias, aunque su velocidad en sobre la pista en ocasiones le hace tomar decisiones erróneas, razón por la que el último curso en Portugal sumó 4 pérdidas por partido, aunque la gran cantidad de minutos sobre el parqué también invitaba a tomar malas decisiones en ocasiones, sobre todo cuando penetra y no encuentra a quien poder doblar el balón.
Su juego defensivo
Si en ataque es bueno, en defensa aun es mejor. Un jugador muy activo en labores defensivas, atento a todas las acciones del juego y muy rápido en las ayudas siendo omnipresente, con velocidad en sus piernas, buen desplazamiento lateral y ágiles manos con las que obtiene un buen número de robos de balón, algo que también consigue adelantándose a los rivales en las líneas de pase, dejando entrever su inteligencia defensiva.
Otro aspecto a destacar es el rebote. No racanea en cuanto al rebote defensivo, el cual cierra a la perfección para poder salir corriendo al ataque bien tras rebote propio o de un compañero, razón por la cual tanto el pasado curso como su último año universitario, promedió 5 rebotes por partido, a pesar de su corta estatura, pero utilizando muy bien su cuerpo, su posición en el campo y su “timing” de salto.
Esta intensidad y actividad defensiva también le hace cargarse de faltas personales, tanto en las ayudas como al utilizar las manos, aunque año a año va controlando mejor este aspecto del juego.