El puesto de ala-pívot de Peñas Huesca para la LEB Oro 2017/2018 se completa con el fichaje de Jubril Adekoya, haciendo una dupla de novatos que vivirán su primera experiencia profesional tras su último año universitario, un año que para el nuevo jugador verdiblanco fue un tanto convulso.
El americano con pasaporte británico Jubril Adekoya (30/12/1994) llega a Huesca desde la universidad de Valparaiso, en la NCAA, donde en su segundo año fue nombrado mejor sexto hombre de su conferencia, mejorando sus números en la tercera temporada a pesar de no ser titular fijo, para en la cuarta campaña ya ser parte del quinteto inicial, aunque tan solo llegó a disputar 9 partidos por culpa de los incidentes académicos, para lo cual la NCAA es muy estricta. No se pirmitió al jugador disputar más partidos en la liga, a pesar de las apelaciones tanto por parte de la universidad como del jugador, intentando volver a la competición en todo momento.
La importancia había crecido en su equipo en su año senior, donde a pesar de la pronta sanción de la NCAA, se pudo ver su comportamiento con minutos de importancia en la pista, llegando a unos números de 8,6 puntos y 5,1 rebotes en 29 minutos por partido, reafirmando su buen lanzamiento desde el triple a pesar de no ser la distancia donde más se prodiga. Firmó un 50% de acierto, después del 58% del año anterior, lanzando entre 1 y 2 tiros de 3 puntos por encuentro.
Con Jubril Adekoya se consigue un hombre muy completo que puede aportar en ambos lados de la pista. A pesar de no ser un ala-pívot de gran altura, 2,01m, es un jugador que se faja en la zona sin miramientos ante rivales de mayor tamaño, sacando provecho de su carácter y posicionamiento. En ataque posee un efectivo lanzamiento de media distancia y juega con mucha inteligencia en el poste bajo al igual que con el bloqueo y continuación sobre todo saliendo abierto. Además puede atacar de fuera hacia dentro con ambas manos, teniendo un gran bote de balón tanto con zurda como con diestra, con el que compensa su velocidad en ocasiones siendo esta segunda su mano buena, algo que le permite incluso subir el balón sin problemas teniendo de igual forma una buena visión de juego aunque en ocasiones pueda tomar riesgos. En defensa es trabajador, disimulando de esta forma en ocasiones su falta de rapidez o de kilos ante rivales que le superan en estas facetas.
Un gran complemento sin duda que no viene a liderar al equipo pero si a sumar y a aportar intensidad. Algo que sin duda Guillermo Arenas le pedirá cuando le toque dar descanso a un Matt O’Leary, que en principio parte como “cuatro” titular.