El pasado viernes saltaba la noticia del primer fichaje de Levitec Huesca de cara a la temporada 2018/2019, Phil Hartwich, una torre alemana llegada de la liga universitaria que tras su año senior da el salto al baloncesto profesional. Vamos a conocerlo un poco más a fondo.
Philipp Hartwich es un pivot de 2,16m y 113kg nacido en Colonia (Alemania) el 11 de Septiembre de 1995, que proviene de los Portland Pilots, de la NCAA I, donde ha pasado sus 4 años universitarios, ganándose la titularidad indiscutible en esta última campaña, al servicio del mítico Terry Porter, su entrenador y ex jugador NBA de los históricos Portland Trail Blazers de Clyde Drexler.
Durante sus 4 años universitarios, ha coincidido con ilustres de LEB Oro en el equipo de Portland, que a buen seguro le habrán hablado de la liga, entre los que encontramos a Volodymyr Herun en su primer año, jugador más valorado de la última LEB Oro en las filas del FC Barcelona, también a Aitor Zubizarreta en esa temporada rookie, jugador que ha jugado una buena temporada en el equipo de Iraurgi, Bryce Pressley durante sus 2 primeros años, enrolado esta última campaña en el Chocolates Trapa Palencia, o Alec Wintering en todos los cursos excepto en el último, un hombre declarado el mejor base de la última LEB Oro en las filas de Araberri.
Su pasión por el baloncesto llego tardía, en 2012, dado que Phil Hartwich empezó en el deporte como jugador de balonmano, pero tras perder la final del campeonato, decidió probar algo nuevo, como el baloncesto. Pronto, gracias sobretodo a su empeño para poder alcanzar el nivel suficiente en un nuevo deporte para él, empezó a despuntar, hipotecando sus vacaciones para entrenar duro con entrenadores de categorías inferiores alemanas, dando un salto gigante de su primer a su segundo año como jugador de baloncesto, tanto es así que en la liga junior alemana, fue llamado al AllStar gracias a sus 9,4 puntos por partido, 8,2 rebotes y 3,2 tapones con un 64% en tiros de campo. Esto le hizo abrir los ojos, y pensar que el baloncesto sería su deporte, razón por la cual para sus estudios universitarios, después de una tercera temporada en el baloncesto alemán, decidió ir a Estados Unidos, y Portland fue quien le ofreció el programa más atractivo, tanto para mejorar baloncestísticamente, como para obtener su carrera de periodismo, yendo incluso un entrenador americano hasta Alemania a convencerle.
Han sido cuatro las temporadas en la NCAA I, el máximo que puede disputar un jugador en este baloncesto universitario americano, y su crecimiento ha sido continuo, de 4,7 minutos el primer año por partido a 11,4 el segundo, 17,3 el tercero y explotando en su último curso con 25,8 minutos por choque, donde ha firmado unas medias de 5,3 puntos, 7,9 rebotes, 1,2 asistencias y 2,3 tapones, con un acierto del 63% en tiros de campo, y batiendo records en el aspecto taponador, donde se ha convertido en el jugador que más tapones ha conseguido en la historia los Portland Pilots, con 160.
Desde luego Phil Hartwich tiene sus miras muy altas, un jugador trabajador que confía en si mismo y que ha ido consiguiendo sus objetivos, que como él dice, quiere intentar en 3 años convertirse en un jugador con un hueco en un club de una liga importante europea al cual puedan observar equipos de la NBA. Si bien a priori viene como pívot suplente, su tesón en el aprendizaje y la mejora, puede lograr que acapare un mayor número de minutos conforme la temporada vaya avanzando.
Su juego ofensivo
Como bien refleja, quiere llevar su juego de ataque a un nivel mayor dentro ya del baloncesto profesional, si bien lo ha mejorado durante su último curso universitario, es consciente de que puede desarrollarlo mucho más, aunque en Portland no era una referencia en ataque, por ello su anotación no ha sido más alta, teniendo un rol mucho más defensivo que ofensivo, por lo cual no hay que esperar que sea uno de los líderes anotadores, no es su función.
Un pívot puramente interior, con un buen juego de espaldas y movimiento de pies, que puede salir tanto con mano derecha, que es su mano fuerte, como por el lazo izquierdo, donde también se atreve a lanzar sobretodo utilizando el gancho que lanza desde muy arriba en ambos casos, casi imposible de taponar, aunque no se ciega en anotar una vez tiene el balón, siendo capaz de asitir a sus compañeros para tiros liberados.
Gran finalizador, acabando las jugadas gracias a su altura con mate siempre que puede, hundiendo el balón en la canasta con fuerza. A pesar de su gran estatura, corre muy bien la pista, algo que llama la atención ya que la agilidad no es algo que destaque en jugadores de este tamaño.
Su talón de aquiles desde luego está en el tiro, no debemos de esperar lanzamientos a canasta, ya que su rango de tiro es cerca del aro, con ganchos o mates, no con lanzamientos a canasta. Esto se acentúa más si cabe desde el tiro libre, donde en ninguna campaña en la NCAA ha llegado al 50% de acierto, con un terrible 31% en su último curso.
Su juego defensivo
La defensa es sin duda su fuerte, y él lo sabe, intentando que las cercanías al aro sean un fortín, aprovechando sobretodo su altura con la que intimida a sus rivales y consigue un gran número de tapones, y cerrando el rebote sobretodo el defensivo, siendo duro en la zona con sus rivales cuando éstos buscan el 1×1.
Gran desplazamiento lateral para la altura que tiene que le permite defender a jugadores móviles, que unido a su estatura, consigue hacer modificar los lanzamientos rivales.
Su búsqueda de intensidad defensiva, le hace cargarse en ocasiones con faltas con suma rapidez, teniendo que mejorar subretodo la utilización de las manos en este sentido para no cargarse de faltas. Además su gran temperamento durante el juego es un aspecto a controlar para intentar no acarrear técnicas durante los partidos, si bien esa energía y ganas son positivas en cuanto a la actitud que tiene en el campo.